16 de Mayo – Camino

“Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran.” Mateo 7:14 (NVI)
Escribió Narosky: las huellas más transitadas no siempre indican los mejores caminos.
Íbamos con la familia para tomar un campamento en un lugar que no conocíamos. Teníamos la dirección y un mapa que pensábamos era confiable. A mitad del camino, por un arreglo en la ruta que estábamos transitando, tuvimos que tomar un desvío. Seguíamos al que iba adelante, y se formó una larga fila de autos que comenzaron a avanzar por caminos de tierra. Miri me sugirió: tal vez deberíamos buscar un mejor camino, éste está lleno de pozos.
Así que abandonamos la caravana y doblamos a la izquierda. Tan sólo dos cuadras más adelante encontramos nuevamente un camino asfaltado. Éramos los únicos que avanzábamos por esa calle, hasta que 3 kilómetros más adelante, se nos unió la caravana que habíamos abandonado tiempo atrás. Finalmente llegamos al campamento y fue de bendición, pero al leer este texto, recordé esa mañana de dudas en el camino.
Todos seguíamos al que iba primero pensando que conocía el mejor camino. Pero no era así. El que nos guiaba estaba tan perdido como nosotros y no tenía idea hacia dónde ir. Pero los que íbamos detrás supusimos que sabía y por eso lo seguimos. No siempre los caminos más transitados son los mejores.
Sin embargo, es una falsa suposición que tendemos a creer. Si muchos lo hacen, debe ser bueno o cierto. Pero es solamente una mentira del diablo. Consumí drogas, mirá pornografía, emborrachate, fumá, rompé las normas, viví como sientas, mentí para zafar, sé infiel, rompé tus promesas, hacé lo que quieras. Todos lo hacen y la pasan bien. No seas tonto, seguí a la manada.
La gran mayoría piensa así, pero Dios tiene otro concepto de vida. Dios nos propone tomar un camino diferente: uno más angosto y menos frecuentado. Es un camino más solitario y con menos luces, pero es un camino mejor. Dios te propone transitar por el camino de la satisfacción y de su comunión perfecta. Un camino de realización y de paz. Es un camino angosto porque no es sencillo.
Es más fácil ir por donde van todos. Te lleva la corriente y no hacés esfuerzos. Pero a pesar de eso, el camino de Dios es absolutamente mejor, simplemente, por Su compañía. No viajás solo, en este camino te acompaña Dios mismo. Él es tu guía y tu conductor de lujo.
REFLEXIÓN – ¿qué camino tomás?

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