23 de Diciembre – Boomerang

«Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros.» Filipenses 2:4
Boomerang
Estamos a pocos días de la navidad, y todo es rojo y plateado. Aparecen Papas Noeles por todos lados. Hay larguísimas colas en todos los negocios porque todos compramos los regalos para el arbolito siempre dos días antes. Hay cientos de personas comprando más comida de la que pueden comer, porque es tradición comer de más en las fiestas. Son todos síntomas del espíritu navideño.
En las tarjetas, en los separadores de la tele, en los cortes de las radios, en los afiches de la calle aparece la frase de amor y paz. Parece que todos somos mejores en estos días. Somos más generosos, pensamos más en el otro. Somos más amables.
Pero el 26 a la mañana, nos olvidamos de todo y volvemos a ser los de siempre. Surge nuevamente nuestro peor egoísmo cotidiano. Y nos olvidamos del resto. Por eso, Pablo les recuerda a los filipenses la regla del efecto boomerang.
Cada cual busca siempre mejorar su situación y sacar el mayor provecho de su condición. Nadie quiere perder nada, ni que le falte nada. Si es necesario, vamos a perjudicar a otro para no ser perjudicados. Solo nos preocupa e importa nuestro bienestar.
El efecto boomerang que Pablo explica es el siguiente. Esta bien que nos ocupemos en buscar nuestra satisfacción. Pero en ese proceso, debemos también mirar por lo que le pasa a los que nos rodean, ver por sus necesidades, por lo que desean. Y si nos preocupamos para satisfacer las necesidades de los otros, los otros también se van a ocupar de satisfacer nuestras necesidades. Entonces todos vamos a estar más contentos y completos.
¿A cuantos de la iglesia saludaste por su cumpleaños este año? ¿A cuantos les diste un pequeño regalo? Tal vez sea por eso, que nadie te llamo ni te dio ningún regalo. ¿Cuantos abrazos recibiste la última semana? Es proporcional a los que vos diste, sin esperar nada a cambio. Es por el efecto boomerang. Nos vuelve lo que damos.
Empecemos a mirar por el bienestar de los demás. Hoy mismo, comencemos a cambiar nuestra cultura egoísta. Mira a tu alrededor. No te hagas el dormido. Hay mucho para hacer.
REFLEXIÓN – Ojo con lo que das, siempre vuelve.

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