24 de Octubre – Sostiene

«El es el resplandor glorioso de Dios, es la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa.» Hebreos 1:3
Sostiene
Pasamos demasiado rápido por la vida, y hay cosas que no consideramos.
La tierra esta a la distancia justa del sol. Si nos acercamos un poco mas, nos quemaríamos, y si nos alejamos, nos congelaríamos. La Luna esta a la distancia justa de la tierra para provocar dos mareas diarias. Si esa distancia se modificara, nos inundaríamos.
La tierra tiene una inclinación de 23 grados, gracias a eso se producen las cuatro estaciones del año. La atmósfera tiene la densidad justa para evitar que los meteoritos destruyan la tierra. La profundidad del mar es la justa para producir oxigeno puro, si fuera diferente el oxigeno seria venenoso.
Pero de todo esto, ni nos enteramos. Si no hubiera leído ese libro, jamás hubiera sabido de todo esto. Y me puse a pensar, cual era la razón para que el universo siga sin quebrar ese delicado equilibrio para la vida humana.
La razón es Jesucristo. El es el Ser que mantiene el universo ajeno al caos. El único lugar donde permitió que otro ser tuviera el libre albedrío para decidir que hacer, es el único planeta donde los ríos están contaminados, el aire esta contaminado, hay calentamiento global por la poda indiscriminada de bosques, hay especies animales extinguidas y otras en vías de extinción por matanzas y aniquilación de hábitat naturales y donde ese ser se autodestruye sin sentido.
Pero aun en la tierra, el poder sostenedor de Jesucristo se manifiesta. Si puede mantener el equilibrio y la paz en el universo, también lo puede hacer en tu vida. Solo necesitamos dejarlo actuar.
Estamos en un planeta único. Es el único lugar de todo el reino de Dios donde podemos decirle que no al Supremo. Pero si le decimos que si, entonces, Dios puede actuar con toda su capacidad. Deja que el resplandor de la gloria de Dios maneje tu vida. Deja que Jesucristo tenga el control. El nunca se equivoca. Todo lo que sostiene funciona.
Si insistimos en hacer lo que nos parece, volveremos a equivocarnos. Mira a tu alrededor y fijate cuanta destrucción y problemas por no dejar que Jesús actué. El tiene el poder para arreglar todo. También puede hacerlo en tus fracasos.
REFLEXIÓN – Deja que Cristo reconstruya lo que rompiste.

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