5 de Enero – Protector

 “Bueno es el Señor, es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en Él confían.” Nahum 1:7
Protector
Nahum es el profeta que predice lo que todo judío deseaba. La destrucción de Nínive. Era para los judíos, la solución a muchos problemas. Era liberase de un poderoso y peligroso problema. Era el fin de la angustia. Por eso el profeta podía decir confiado: El Señor es bueno, es refugio en el día de la angustia y protector de los que en Él confían. El mayor de los problemas se simplifica cuando Dios te ayuda.
El profeta les recuerda que más allá de los problemas, y de las angustias, más grande que todas las dificultades, esta Dios. El es digno de confianza, El siempre es el refugio para todas nuestras angustias. Dios es garantía de seguridad.
Quizás hoy estés pasando un momento difícil y triste. Quizás te cueste ver la luz del sol, porque hay demasiada tristeza en tu mirada. Quizás tienes demasiado rencor guardado en tu corazón de muchas frustraciones viejas que nunca solucionaste. Quizás te sentís solo y sin salida. Quizás estás cansado de sufrir tanto. Quizás tienes una enfermedad que te atormenta desde hace mucho tiempo.
Quizás te peleaste con tu novia, o con tu papá, o con tu hermana, y no encuentras la manera de arreglar el problema. Quizás piensas que tu angustia no tiene solución, que nada puede arreglarla. Quizás te sentís fracasado porque no tienes trabajo, o porque te va mal en los estudios. Quizás bajaste los brazos porque ya no tienes mas ganas de seguir luchando.
Dios sabe cual es tu problema, Él conoce perfectamente como te sentís y el profeta te recuerda: Dios es bueno, Él es tu ayuda, El es tu refugio, Él es tu consuelo, Él te ama. Dios siempre actúa para ayudarnos. Él desea protegerte y darte cuidados, Él desea ser tu refugio en la tormenta, y tu salida a todos los miedos. Solo tienes que confiar en su promesa. Dios es fiel y no falla, nunca cambia. Siempre te sostiene y te ama. El desea cobijarte como la gallina a sus pollitos. Pero para hacerlo, es necesario que te quedes bajo sus alas.
Para todos tus problemas, la receta universal es Dios. Él te protege y cura todas tus heridas.
REFLEXIÓN – Dios es mayor que tu problema, no te desesperes.

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