10 de Agosto – Reecuentro
“Solo hay un Dios, y solo hay uno que puede ponernos en paz con Dios: el hombre Jesucristo.” 1 Timoteo 2:5
Reencuentro
Escribió Cristian Franco lo siguiente:
Thomas Merton escribió: “Para hallar el significado pleno de nuestra existencia, no debemos procurar el significado que esperamos, sino el significado que nos es revelado por Dios. El significado que nos llega desde la tiniebla trascendente de su misterio y del nuestro. No conocemos a Dios, y no nos conocemos a nosotros mismos. Entonces, ¿como imaginamos que podemos trazar nuestro curso hacia el descubrimiento de nuestra vida? Este significado no es un sol que sale todas las mañanas, aunque hemos llegado a pensarlo así, y en las mañanas que no sale lo sustituimos con alguna luz artificial nuestra para no admitir que esa mañana fue absurda”.
Cuando perdemos el rumbo. Cuando dejamos de soñar. Cuando aplicamos la Teoría de la Relatividad para medir los valores de la vida cotidiana. Cuando nos hemos vuelto practicantes de la “religión” de la vida Light. Es entonces cuando debemos volver a la Fuente. Es el tiempo de reencontrarnos con nosotros mismos. Es la hora de redescubrir a Dios, a través de Jesucristo, y advertir que nuestro objetivo en la vida es más que existir y disfrutar de algunas alegrías pasajeras: ¡se trata de permitir ser hallados por la Felicidad y ser guiados por el significado que nos permitirá comenzar a vivir!
Cuando recibí esto, me puse a pensar con cuanta rapidez nos olvidamos de Dios y nos perdemos en nuestros pensamientos de autojustificación. Es muy fácil perderse hoy con la cultura del facilismo que vivimos, de las excusas simplistas, de la indiferencia, de la no culpa por el pecado, de la facilidad para desobedecer a Dios.
Me impacto lo que decía Merton. Solo quien conoce verdaderamente a Dios, puede conocerse verdaderamente a si mismo, y en consecuencia, puede potenciar su vida y hacerla excelente. Y para hacerlo solo hay una manera. Hay que acercarse a Dios a través de Jesucristo.
Hoy Pablo nos invita a redescubrir la grandeza de su Amor, al reconciliarnos con Dios. Si pudiéramos comprender el costo altísimo que tuvo que pagar Dios para reconciliarnos con Él, nos motivaríamos mucho más para tratar de conocerlo y amarlo. Viviríamos seducidos por la grandeza y la misericor día de Dios, tendríamos presente cada minuto, que podemos estar en paz con Dios, solo a través de Jesucristo.
REFLEXIÓN – Reencontrate con Dios.
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