14 de Junio – Jabes


Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz con dolor. Invocó Jabes al Dios de Israel diciendo: Te ruego que me des tu bendición, que ensanches mi territorio, que tu mano esté conmigo y que me libres del mal, para que no me dañe. Y le otorgó Dios lo que pidió.” 1 Crónicas 4:9-10 (RVR)
Jabes
El hombre vive condicionado. Si hubieras nacido en la India, no comerías carne por un tema cultural. La educación de tus padres condiciona tu conducta. Para un israelita, el nombre era más que la forma de llamar a alguien. Era parte de su carácter y de su esencia.
Eso le pasó a Jabes. Un hombre que hizo sufrir a su madre al momento del parto, y seguramente fue marcado por esta situación. Jabes fue nominado como un hombre que causaba dolor. Quizá creció creyendo que rompía todo lo que tocaba. Debe haber sido muy difícil para él. Puede ser que haya tenido miedo de emprender cualquier proyecto por temor a lastimar a alguien o a fracasar.
Es interesante notar que Jabes, a pesar de su nombre, logró destacarse y el Señor lo bendijo. La clave de su éxito se resume en una breve frase, él pidió a Dios “que tu mano esté conmigo y que me libres del mal”.
Tal vez has sido objeto de dolor y de problemas a tu familia o a tus amigos, no te angusties. El Dios de Jabes es el mismo Señor que te ama y te invita a confiar en Él para que pruebes su gracia y su misericordia en tu vida. No te condiciones por tu historia, por tus fracasos, por tus desaciertos o por tus errores. Dios puede darte una nueva oportunidad. Puede darte una mejor opción. Solo espera que pongas tu fe en Él, y le pidas que no te suelte de Su Mano.
No hay conflicto ni pecado tan grave que no tenga solución. Dios sigue siendo el mismo. Él puede darte seguridad, confianza, tranquilidad, éxito, proyectos y futuro. Dios es fiel y tiene un plan para tu vida. Aunque tu fracaso sea enorme y reiterado, y haya muchas cosas en tu vida que te condicionan, nada puede determinar tu conducta. Siempre es posible salir del condicionamiento y mejorar. Solo hay que dejarle el problema a Dios.
No dejes que el pasado te condicione. Dios tiene un proyecto mejor.
 REFLEXIÓN – Hay cosas que te condicionan pero no te determinan.

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