18 de Junio – Pacto


Hice pacto con mis ojos ¿cómo pues, había  yo de mirar a una virgen?” Job 31:1 (NVI)
Pacto
Hay cosas que a veces pasan desapercibidas, pero en tiempos de tanta tecnología y globalización, son más necesarias que nunca. Esta frase de Job de en medio de todos sus discursos, nos revela la esencia de este hombre que fue un ejemplo de integridad para todos. No sabemos cuándo hizo este singular pacto, pero lo mantenía y trataba de no caer en la tentación de mirar.
Job sabía perfectamente que la tentación comienza con lo que vemos. Eso fue lo que le pasó a Eva. Ella vio que el fruto era delicioso, lo codició y lo tomó. No había pecado en mirar, pero al mirar sembró la semilla de la codicia, y eso la llevó a pecar. Por eso es que Job hizo este pacto con él mismo. Aunque haya muchas mujeres lindas para mirar, él no quería hacerlo porque sabía que la tentación es muy grande, y solo hace falta un pequeño resbalón para caer.
Hoy con todos los avances de la tecnología, estamos mucho más expuestos que Job. Es suficiente con caminar por la calle, pasar por un kiosco de revistas, ver la televisión o entrar en alguna página de internet para encontrar pornografía. Hoy es común y habitual mirar este tipo de cosas, y el que no lo hace es un tonto.
Pero para Dios, aquel que se aleja de la pornografía en lugar de tonto, es un santo, es un sabio, es un hijo fiel. Debemos cuidar lo que conviene mirar, y ser fuertes y valientes para cambiar de canal o desviar la mirada o cerrar la página de internet cuando aparece algo indecente, aunque sea muy lindo de ver.
No es nada fácil, porque el pecado siempre resulta atractivo. Lo grave son siempre sus consecuencias. Y manchar tu mente con esas imágenes ofende a Dios.  No creo que puedas compartir ese momento con el pastor de tu iglesia. Y si te da vergüenza comentarlo con él, ¡cuánta más vergüenza debería darte al saber que Dios siempre te ve!
Es fundamental terminar con los malos hábitos, y eso solo depende de tu decisión. No hay nada imposible para Dios, pero hay cosas que son muy difíciles para nosotros. Esta es una de ellas. Hace falta mucha fuerza y determinación para vencer el deseo de mirar.
La limpieza del alma comienza con lo que miramos. Hacé un pacto con tus ojos que son el espejo del alma y el principal canal de contaminación de la mente. Mantenete santo.
REFLEXIÓN – No todo lo lindo conviene.

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