18 de Marzo – Contaminación


“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía.” Daniel 1:8 (NVI)
Contaminación
La historia de Daniel es muy conocida. Era un niño de apenas 8 años y se encontraba en un país extraño, lejos de su familia y amigos, con hombres que hablaban un idioma extraño, en una sociedad con otras costumbres.
No debe haber sido nada fácil la situación de Daniel, tan chiquito y con tan pocas posibilidades de progresar.
Y en medio de tantas situaciones contrarias, él eligió obedecer a Dios. Cuando la necesidad era sobrevivir, cuando su vida estaba en peligro, cuando lo más práctico era aceptar la oferta del rey de Babilonia, un niño de 8 años eligió ser fiel a Dios. Cuando no había nadie para censurarlo, él sabía que Dios lo estaba viendo.
Puede ser la inconsciencia de un niño, puede que no haya evaluado correctamente las posibilidades, y que pensara que solo era un juego. Puede ser que no se estuviera dando cuenta de las consecuencias de su decisión. Pero yo no creo que fuera así. Su planteo fue muy racional, la propuesta fue coherente y la decisión valiente.
Y Dios lo recompensó. Lo premió por su fidelidad.
Hoy no se ven este tipo de actitudes, hoy vivimos un cristianismo light, sin tanto compromiso, más fácil, sin complicaciones.
Pero Dios sigue siendo el mismo. Hoy muchos toman las costumbres, los hábitos, las formas, las maneras de actuar de las personas que los rodean y no respetan las normas de Dios.
Es tiempo de volver a mirar para adentro y aceptar el desafío. Ser distintos, vivir con las pautas de vida que la Biblia exige es difícil, pero necesario. Es mucho más fácil zafar haciendo lo que hacen todos.
No es la emoción de un día, no es la imposición de la Iglesia, no es la obligación porque te ve el pastor o el maestro. No pasa por las ganas que tengas o por el estado de ánimo del momento que estés pasando.
Es la elección racional de un cristiano que sabe que Dios está presente. Es la constancia de mantener un estilo de vida, aunque vaya en contra de las costumbres de los vecinos. Es vivir cada minuto como Dios quiere.
REFLEXIÓN – Uno actúa según piensa. Pensá en Dios

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