19 de Agosto – Enfermo


“Para que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros.” 1 Corintios 12:25 (RVR)
Enfermo
Hay una fábula muy antigua que dice así: Había un hombre que quería saber la diferencia entre una comunidad cristiana (pero de verdad, no nominal) y una comunidad no cristiana. Quería saber cuál era la diferencia entre una persona verdaderamente cristiana, que vive como Cristo espera que viva, y otro que no hace caso de las enseñanzas que Cristo nos dejó.  Y consultó al hombre más sabio del pueblo.
El sabio lo llevó primero a una casa muy grande que tenía un comedor hermoso, donde había muchas mesas con comidas exquisitas. Estaba muy bien iluminado y era muy bello. Todas las personas que estaban en ese comedor tenían dos defectos. No podían flexionar los brazos y tampoco la cintura. A consecuencia de eso, no podían comer y todos estaban raquíticos y famélicos. Parecían cadáveres caminando. Todos estaban grises y tristes.
El sabio lo llevó luego a otra casa muy grande que tenía un comedor hermoso, donde había  muchas mesas con comidas exquisitas. Estaba muy bien iluminado y era muy bello. Todas las personas que estaban en ese comedor también tenían dos defectos, no podían flexionar tampoco los brazos, ni la cintura.
Pero a diferencia de los otros, estaban muy bien alimentados, alegres y felices.
¿Cuál es la diferencia entre ambos salones? ¿Por qué hay tanta diferencia si los lugares son similares? – preguntó asombrado este hombre.
Porque en el segundo salón, como ninguno puede comer solo porque no pueden flexionar ni brazos ni cintura, las personas se dan de comer unos a otros en la boca- dijo el sabio.
La iglesia de Cristo es un cuerpo, y vos sos un miembro. Tu responsabilidad es actuar como cristiano y preocuparte por los otros miembros. El egoísta genera divisiones y problemas porque solo piensa en sí mismo. La ayuda solidaria, el gesto amable, la sonrisa oportuna, la mirada de amor, el abrazo sincero además de cuidar, generan unidad. El miembro que no actúa así, es un miembro inútil porque no provee para la unidad.
Es hora de levantar la mirada y velar por las necesidades del otro. Es tiempo de despertar, de empezar a ocuparnos por la familia de Dios.
REFLEXIÓN – Un miembro inútil es un miembro enfermo.

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