19 de Noviembre – Búsqueda
«Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.» Lucas 19:10
Búsqueda
En las reuniones siempre hay mucha música. De las muchas canciones que cantamos y escuchamos, hubo una que por sus palabras, me llego más. Seguramente por mi estado de ánimo, por la necesidad de recibir algo de cariño, por la falta de demostración de afecto cotidiano, me impactó más que las otras. Esta decía, como si Dios hablara:
Me dice que me ama y que conmigo quiere estar, me dice que me busca cuando salgo yo a pasear.
Que ha hecho lo que existe para llamar mi atención, que quiere conquistar y alegrar mi corazón
Resulta sorprendente y a la vez gratificante esta estrofa. Es Dios mismo quien dice, desde lo profundo de su corazón: quiero estar con vos. No es una unión por conveniencia, a ver que le puedo sacar por pasar un rato juntos. El deseo de estar con cada uno surge del amor perfecto y desinteresado de Dios.
Un amor incomparable que juzga todas las situaciones con la misma vara, sin amiguismos ni preferencias. Un amor que no da condicionado a lo que recibe, el amor de Dios. En su perfecta generosidad, Dios anhela pasar un rato con vos, por eso el poeta decía que hizo todo lo que ves para llamar tu atención. Y en este siglo de la tecnología y la soledad, te sorprende con un día soleado, con una brisa fresca, con una sonrisa, con el beso de un ser querido. Dios quiere conquistar y alegrar tu corazón.
Por eso Jesucristo vino a buscarte. No fue solamente a salvarte. Primero te vino a buscar, tiene un particular interés en vos. No desea estar con todos, quiere estar con vos. Somos para Dios su especial tesoro. Pero a veces no lo notamos. Estamos demasiado ocupados revisando nuestras cuentas, trabajando, haciendo cosas, cumpliendo programas y agendas, enganchados en Internet, saliendo con amigos, descansando o comiendo.
Tan ocupados, que no percibimos el anhelo de Dios de pasar un rato con nosotros, y pensamos que alcanza con nuestra dosis dominguera de reunión para satisfacer a Dios y a la iglesia. Jesucristo no vino a buscar a un dominguero. Él vino a buscar a alguien para compartir la vida. Dios está buscando un hijo, no un sirviente.
Dios te ama, y quiere estar con vos.
REFLEXIÓN – ¿Querés estar con Dios?
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