2 de Septiembre – Enseñar
“Los cuales enseñaron en Judá, llevando consigo el libro de la Ley de Jehová y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo.” 2 Crónicas 17:9 (RVR)
Enseñar
La educación es una inversión que a la larga da sus frutos. No es una solución rápida, pero sí es eficaz. Cuando Josafat comenzó a reinar en Judá, el pueblo ya estaba acostumbrado a adorar y servir a los dioses de los vecinos. Baal, Astarot y Asera eran las estatuas más conocidas a las que los israelitas iban a pedir. Se habían olvidado completamente de Dios.
Josafat se encuentra con un grave problema. Él quería volver a Dios, quería que el pueblo lo imitara, pero es muy difícil cambiar los malos hábitos. Entonces, hace algo que nunca nadie había hecho antes. Envía a los sacerdotes a cada ciudad para que le enseñen a cada habitante, las leyes de Dios. En lugar de esperar que vengan al templo de Jerusalén para darles la doctrina, envía a gente preparada para que eduquen al pueblo en cada ciudad.
Me imagino a los sacerdotes entrando en cada pueblo. El sábado juntaban a la congregación, y comenzaban a enseñar la Ley de Jehová. Seguramente, muchos los habrán despreciado e insultado. Estaban hablando diciéndoles que estaban equivocados y sufrirían el castigo de Dios por su desobediencia.
No creo que todos los recibieran con aplausos y gustosos de escuchar las exhortaciones de Dios. Pero a pesar de eso, cumplieron su tarea y enseñaron en todo Judá la Ley de Dios. Por la gracia de Dios, el resultado fue inmediato. Cuando el pueblo aprendió, todos temieron a Dios y lo respetaron. La Palabra hizo efecto en sus corazones y cambiaron.
Hoy también Dios nos llama a enseñar las verdades de la Biblia. Y hoy, como ayer, estas verdades están en contra de las costumbres y filosofías que tienen todos asumidas. Aunque se burlen, se rían o nos desprecien, nuestra responsabilidad es enseñar lo que la Biblia enseña, aunque sea opuesto a lo que todos piensan.
Solo cuando alguien conoce con claridad el consejo de Dios, puede obedecerlo. Dios no tiene medias tintas ni zonas grises. La Biblia es bien clara en sus conceptos, y debe ser explicada sin contemporalizaciones. Hay que educar con la Biblia para formar cristianos fieles.
REFLEXIÓN – Enseñar para respetar a Dios.
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