21 de diciembre – Regalo
“Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elizabeth era estéril; y los dos eran de edad avanzada.” Lucas 1:6-7 (NVI)
Zacarías era un sacerdote fiel. Durante toda su vida había servido a Dios. Él y su esposa Elizabeth eran un ejemplo en su pueblo. Pero no tenían hijos. Para una familia de aquella época, una mujer sin hijos era una mancha al honor. Casi la única razón de la existencia de las mujeres en aquellos días era engendrar hijos. Así que Elizabeth durante años, suplicó y rogó quedar embarazada, pero no hubo respuesta. Su marido también clamó y suplicó incansablemente. Pero sólo recibieron el silencio de Dios.
A pesar de ese dolor su fidelidad no cambió, y siguieron sirviendo a Dios de manera intachable. Su obediencia no fue condicionada por el dolor que sentían. Ellos no lo sabían pero en el cielo había conciencia de sus pedidos. Y no lo entendían, pero Dios estaba por responder a su clamor. Aunque la gestación de Juan fue anterior a la de Jesucristo, se asocia el propósito de ambos nacimientos. Hoy, leyendo este pasaje, me surgió este pensamiento.
Volvieron las corridas navideñas, los llamados, mails y mensajitos para desear felicidades. Se está programando dónde pasar el 24 y el 25 y viendo cómo nos ponemos de acuerdo con la familia para dejar a todos contentos. Ya estamos en campaña para conseguir los regalos para el arbolito, y como siempre, la navidad se nos va a pasar haciendo estas cosas. Cerca de la fecha, Zacarías y Elizabeth recibieron un regalo que desearon durante años y que les parecía imposible que alguna vez lo fueran a recibir.
Estamos cerca de la navidad, y deberíamos recordar que recibimos un regalo que a nosotros también nos parecía imposible recibir. Dios se hizo hombre para venir a buscarnos. El eterno se limitó a una vida humana para venir a salvarnos. El dueño de todo nació en un sucio establo de Palestina porque estaba interesado en vos y en mí. ¡Qué regalo de navidad recibimos!
Si estás esperando algo que todavía no recibiste, y tu oración parece no contestada, acordate de Zacarías y Elizabeth. Ellos recibieron, pero mientras esperaban, no dejaron de ser fieles a Dios. No condicionaron su obediencia a la respuesta divina. Que puedas tener una feliz navidad y recordar el gran regalo que ya recibiste. Los otros regalos también vendrán.
REFLEXIÓN – Recibir y esperar regalos, es parte de la navidad.
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