22 de Marzo – Sabio


«El que guarda el mandamiento no conocerá el mal, el corazón del sabio discierne cuándo y cómo cumplirlo.» Eclesiastés 8:5 (NVI)
Sabio
Uno siempre está condicionado por lo que escucha, lee o piensa; por las charlas con los compañeros del trabajo o de la escuela, por lo que se ve por la tele. Todo eso condiciona nuestras elecciones. Cuando elegimos mal y nos equivocamos siempre nos excusamos, siempre tenemos un justificativo para intentar zafar.
Salomón nos deja un consejo para elegir siempre bien. No es un consejo fácil de seguir pero es muy productivo. Aquella persona que sea obediente a Dios no va a sufrir las consecuencias negativas de sus errores, porque va a estar libre de ellos. Ser obediente a Dios no es una actitud del domingo en la iglesia o cuando me están viendo mis padres. No es un acto esporádico cuando me ven mis hermanos en la reunión.
Ser obediente a Dios es un estilo permanente de vida, mucho más comprometido y complejo de lo que la mayoría cree. Uno siempre condiciona la obediencia a su conveniencia. Si la situación es propicia para ser fiel a Dios, soy fiel; pero si hay alguna complicación, entonces decido no ser fiel y pecar.
Cada vez que pecamos, aunque sea el más aparentemente insignificante de los pecados, estamos ofendiendo Dios. Si en la reunión con las señoras del barrio, todas critican a una vecina y yo también critico, estoy pecando. Si cuentan chistes subidos de tono y yo me río con ellos, estoy pecando. Hay muchas actitudes cotidianas que por ser reiterativas, no las consideramos como pecado, porque son comunes.
Pero para Dios aun lo común cuando está en contra de Su Voluntad, es pecado. Y es muy posible que por dejar de hacer esas cosas, seas el centro de las burlas de tus conocidos. Para vivir bien hay que ser obediente a Dios aunque esto sea poco popular con los que nos rodean. Vivir bien en el concepto de la Biblia, no es tener un buen pasar y estar cómodo con mis amigos, implica ser santo para Dios.
Por eso Salomón agrega que el sabio sabe cuándo actuar. Porque el sabio es aquel que teme a Dios y respeta Su Voluntad y nunca va a hacer nada que esté en contra de los designios divinos.
REFLEXIÓN – Actuar de otra manera es ser un tonto.

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