23 de Junio – Sabio

“¿Quien es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con humildad que le da su sabiduría.” Santiago 3:13

Sabio
Cuando murió Einstein, le sacaron el cerebro y lo guardaron para estudiarlo, para intentar descubrir por que fue tan sabio. Descubrieron que su cerebro no tenía ninguna diferencia con los demás. Muchos quisieran poder ser como Einstein, para lograr descifrar problemas dificilísimos, y pasan a la historia como genios.
Pero eso no es para todos. Es una sabiduría muy selectiva y perversa. Sin embargo, Dios tiene su propio concepto de sabiduría. Y la gran diferencia es que Dios, justamente porque es Dios, nos brinda a todos la posibilidad de ser sabios.
Es tan grande y amoroso, nos sorprende. Aun en este tema, nos ama tanto, nos cuida tanto, desea tanto nuestro bien, que creo una manera en que vos y yo, simples mortales, con vidas comunes y sin ser demasiado estudiosos (porque la mayoría de nosotros somos bastante vagos para estudiar) podamos convertirnos en verdaderos sabios.
Si hay algo que caracteriza a Santiago es su permanente practicidad. Él no era un filósofo, ni un retórico. Santiago era un hombre práctico. Era el típico sujeto que en lugar de hablar de grandes obras, tenía siempre en la mano dos ladrillos y una cuchara. Tenía la filosofía que dijo una vez un político argentino: Mejor que decir es hacer.
Y con este estilo de vida, Santiago nos deja el más maravilloso concepto de sabiduría. El que desee ser sabio, debe demostrarlo con su buena conducta. Cuando Leia esto me acordaba de mis años en la escuela. El más estudioso era el tonto del curso, y los piolas eran los que se portaban mal, los que no aprobaban las materias. Y crecimos con esa idea de sabio. Es una persona aburrida y tonta.
Dios mantiene su concepto de sabio, y lo dignifica. El sabio es aquel que se conduce en sus actos diarios y no comete pecado. Por eso todos podemos ser sabios, es una elección de vida, es una decisión de acción. No te dejes engañar, por las ideas de tus compañeros, pensá lo que Dios dice. Y actuá cada día como un verdadero sabio.
El tonto, es aquel que se conduce mal. Solo el sabio se da cuenta del verdadero valor de las buenas acciones. Solo el sabio disfruta de agradar a Dios.
REFLEXIÓN – No seas tonto, viví como sabio.

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