24 de Enero – Oportunidad

«Amigo, le replicó Jesús, ¿a qué vienes? Entonces los hombres se acercaron y prendieron a Jesús.» Mateo 26:50
Oportunidad
La historia de Judas está marcada por la tragedia. Hay muchas teorías de por qué este hombre entregó a Jesucristo por algunas monedas. Pero lo más terrible de la situación fue que Cristo sabía lo que iba a hacer Judas.
En la última cena, les avisa a todos los discípulos que uno de ellos lo iba a entregar. Las miradas se cruzaron amenazantes. Nadie se hacía cargo de la acusación y todos sospechaban del resto. En ese momento de extrema tensión, Judas mantuvo su cara de pocker y nadie sospecho de él. Pero mantuvo su intención de entregarlo.
Así que Jesucristo le ayuda con su objetivo y le dice: Lo que tengas que hacer, hazlo pronto. Y Judas se fue. Lo extraño es que nadie sospechó de él, ni aun en ese momento. Este hombre abandona la habitación, en medio de la cena, siendo de noche, con un motivo que no se aclara y nadie sospecha de él.
En la siguiente escena, en le huerto de Getsemaní, aparece Judas con toda la turba de soldados y curiosos, con palos y espadas, buscando a Jesucristo. Él sabía todas las cosas, y conocía la respuesta a su propia pregunta. Sin embargo, le pregunta: Amigo, ¿a qué vienes? Sabía que lo entregaba con un beso, sabía de los soldados violentos, sabía de los golpes y sufrimientos que vendrían después de ese beso, pero a pesar de eso, le ofrece la última oportunidad para cambiar.
Y Judas la rechaza. Me sorprende mucho la capacidad de amar de Jesucristo. No le importa cuantas veces le falló Judas, siempre le dio otra oportunidad. Lo lamentable fue que este hombre no supo aprovecharlas.
Hoy Jesucristo sigue siendo el mismo. Tiene el mismo amor y la misma generosidad de siempre. Y nos sigue dando oportunidades. Cristo es el único que jamás te va a echar en cara que vuelvas a cometer el mismo error, nunca te va a recriminar tus pecados pasados, jamás te va a poner el dedo en la llaga.
Cristo siempre espera, con su eterna paciencia, y nos ofrece otra oportunidad. Su amor no tiene límites, y supera todos nuestros desprecios y desplantes. Hoy es un buen momento para agradecerle, lo mucho que te ama y te espera. Y para cambiar de actitud.
REFLEXIÓN – Aprovechá tus oportunidades.

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