25 de marzo – Posgrado
“¡Respóndeme, SEÑOR, respóndeme, para que esta gente reconozca que tú, SEÑOR, eres Dios, y que estás convirtiendo a ti su corazón!” 1 Reyes 18:37 (NVI)
¡Cómo me gustaría tener la misma respuesta que Elías en el monte Carmelo! Frente a todo el pueblo, después que los 450 profetas de Baal se cansaron de gritar para que su dios les respondiera, Elías oró a Dios, y descendió fuego del cielo. Milagro total de Dios. Respuesta completa. Satisfacción garantizada. Gloria para Dios.
Sin embargo, este tipo de respuestas inmediatas en la actualidad no se ven tan seguido. Hablaba con mi amigo Eduardo, y me dio su opinión sobre el tema. Dios sigue teniendo el mismo poder que siempre. Pero, también es cierto que a veces Dios no responde a todos con la misma velocidad.
Es posible que Dios responda más rápido a los nuevos creyentes que a los que tenemos más antigüedad. Y la diferencia que Dios hace no es por falta de amor de su parte, o por falta de fe de la nuestra. Es un tema de cuidado. Dios sabe que aquellos que recién comienzan en la fe necesitan ver para creer, necesitan respuestas para solidificar su fe en Él. Están en la etapa del crecimiento espiritual, y necesitan respuestas rápidas para fortalecer sus vidas.
Los que tenemos algo más de experiencia, tenemos las mismas necesidades y tal vez más problemas que ellos. Pero Dios, en ocasiones, no responde tan rápido. Nuestra fe también, a veces tambalea y se angustia el corazón por la falta de respuesta. Dios sabe esto, pero retiene su solución porque quiere educarnos. Y la educación que sirve es la que cuesta. Ningún pos grado es fácil, porque requiere del profesional su máximo esfuerzo. Eso garantiza que será un mejor profesional.
En la obra de Dios, sucede lo mismo. Dios exige más a quien puede dar más. Y utiliza el duro proceso de la espera para perfeccionar la fe, la paciencia y la espiritualidad de sus hijos maduros. En el pos grado de Dios, la materia más difícil es “Esperando la Respuesta”.
Si hoy todavía no recibiste lo que estás necesitando, y tu angustia te consume el alma; si el silencio del Cielo te hace tambalear y desearías que Dios respondiera con la misma velocidad que lo hace con otros, acordate: Estás en el pos grado de Dios. Sos muy valioso para Él. Y te va a recompensar. Dios es siempre fiel.
REFLEXIÓN – No abandones el pos grado de Dios.
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