27 de Noviembre – Fortaleció
«David se alarmó, pues la tropa hablaba de apedrearlo; y es que todos se sentían amargados por la pérdida de sus hijos e hijas. Pero cobró ánimo y puso su confianza en el SEÑOR su Dios.» 1 Samuel 30:6
Fortaleció
David regresaba a casa con sus 600 soldados cansados después de haber hecho una excursión favorable. Todos deseaban llegar a su hogar y ver a sus seres queridos y descansar. Parece siempre que los últimos kilómetros antes de llegar a casa son los más largos, aunque midan lo mismo que el resto.
Cuando estaban cerca, se preocuparon. Había humo en el horizonte. No era común que hubiera tanto. Así que apuraron el paso, solo para encontrar un desastre. En su ausencia, habían atacado su pueblo y habían quemado todo. Les habían destruido sus ciudades, les habían quemado sus casas, les habían robado sus recuerdos, y para colmo les habían secuestrado a sus seres queridos. Los soldados de David estaban furiosos, tristes y desconsolados. Todos lloraron hasta quedar agotados. Hombres duros, que habían peleado en muchas batallas estaban quebrados y llorando.
En su enojo, estos hombres buscaron un culpable, y lo hallaron en David. No tenía nada que ver, pero era un buen chivo expiatorio, así que lo quieren matar. Eso no iba a ayudar en nada, no iba a volver a construir sus casas, ni a recuperar a sus familias, pero al menos calmaba su sed de venganza y odio. Querían matar a David.
Pero David, que había perdido tanto como el resto, que estaba tan triste como los demás al ver su hogar quemado, sus bienes robados, su familia cautiva y para colmo a sus soldados amotinados para matarlo, se fortaleció en Dios. Cobró ánimo, se enredó con la fuerza de Dios y fueron uno solo. La fuerza y el ánimo divino estaban esperando para que la fe los tomara y David los tomó. Era un hombre al borde del agotamiento y de la derrota y que se fortaleció en Dios y superó la tristeza y la depresión.
¿Qué vio David para confiar así en Dios? Solo recordó quien es Dios. Y con eso alcanzaba. Se acordó que había escrito: Jehová es mi pastor, nada me faltará. El reposo de la fe en Dios te puede dar la fortaleza para superar el mal momento. Es saber descansar en la fe que sabe quien es Dios.
REFLEXIÓN – Para tu pérdida de hoy, fortalecete en Dios.
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