28 de Febrero – Alcanza
“Todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al Señor tu Dios.” Deuteronomio 28:2
Alcanza
Después de cuarenta años, el pueblo de Israel estaba por fin muy cerca de entrar en la tierra prometida. Esa antigua promesa con la que sus padres habían salido de Egipto, estaba ahora al alcance de la mano. Habían pasado muchas cosas en los últimos años. El viaje que era de tres meses, terminó siendo de cuarenta años, por la incredulidad de una generación, que terminó sepultada en un desierto.
Los hijos de esta generación, comandados por el anciano Moisés y sus lugartenientes Josué y Caleb, estaban ahora en la puerta del tesoro. Una nueva generación joven y decidida estaba a punto de entrar al reposo prometido, donde todos deseaban entrar.
Pero antes de comenzar la conquista, Moisés vuelve a recordarles que Dios condicionaba las bendiciones futuras a su obediencia. Les recordó todos los errores que sus padres habían cometido, todas las tonterías y caprichos que había hecho, y los castigos recibidos.
Y a la vez que les muestra todos los errores pasados, también les repite todas las bendiciones que Dios tiene prometidas para su pueblo si se dignaban a obedecerlo y a serle fieles a pesar de la influencia de los pueblos vecinos.
Lo que más llama la atención es que lo que Dios promete, iba a alcanzarles. Dios no es egoísta, sino que es más que generoso. Su mano nunca se acorta, ni su bolsillo está vacío. La generosidad de Dios está en su esencia, por eso es que siempre da más.
El pueblo de Israel, no pudo aprovechar tantas bendiciones. Por su desobediencia, se las perdieron. Demasiados desplantes, demasiadas negativas, demasiadas irregularidades.
Hoy Dios sigue siendo el mismo. Tiene el mismo amor, la misma generosidad y el mismo corazón. Y también hoy nos ofrece bendecirnos. No te quedes afuera de la bendición de Dios para tu vida hoy. Lo único que Él sigue esperando de vos para abrir las ventanas de los cielos y derramar sus bendiciones sobre tu vida hasta que sobreabunden es que le seas fiel.
Hoy podés elegir de que manera vivir. Si marginado de las bendiciones de Dios, o en la tranquilidad de la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, y que regala más de lo que merecemos. Lo que Dios ofrece, nunca queda corto.
REFLEXIÓN – Dios alcanza.
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