29 de Septiembre – Fortalecido
“Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, mientras que la casa de Saúl se iba debilitando.” 2 Samuel 3:1
Fortalecido
Mientras era asesor financiero, mi trabajo era el de asegurarle a los potenciales clientes un mejor futuro, con una inversión presente. Como nadie tiene asegurado su futuro, ofrecíamos planes de inversión para minimizar los riesgos que pudieran aparecer el día de mañana.
Y aprendí que hay que estar bien asesorado, asociado y asegurado para no tener contratiempos serios, o para poder enfrentarlos con más seguridad. Hay que saber prever para el futuro y buscar minimizar las posibles contingencias. De esa manera, los sueños y esperanzas pueden convertirse en realidades.
La situación en Israel era bastante extraña. Había un rey que había muerto y un rey que había sido coronado. Pero de familias distintas. La sucesión no había sido familiar, y por eso, el sector fiel a la familia de Saúl, seguía luchando para lograr que algún descendiente del fallecido rey sea quien ocupe el trono.
Del otro lado, el joven e inexperto rey David, trataba de consolidar su reino, pero tenía una fuerte oposición. Así que hubo guerra entre ambos. Una guerra entre hermanos, que desgastaba y empobrecía al país. No fueron algunos días. Fue una guerra larga y sangrienta.
Promediando la guerra, se nota esta realidad. La casa de Saúl iba perdiendo terreno, y la de David estaba cada día más fortalecida. El predominio lo tenía David y de a poco iba acorralando a su enemigo. Era cuestión de tiempo antes de la victoria final.
¿Acaso David era mejor estratega, tenía mejor armamento, un ejército más poderoso, aliados más importantes? No. El éxito en la gestión de David, no estaba en estas variables. David se fortalecía por que Dios estaba con él. Para tristeza de la casa de Saúl y para alegría de la casa de David, Dios había elegido bendecir a David.
Con Dios de aliado, no había posibilidades de derrota. David sabía esto, por eso, se alinea bajo Sus Mandamientos, sabiendo que la obediencia a Dios tiene resultados extremadamente favorables para las personas. David quería ser exitoso en todo lo que emprendía, y sabía que si obedecía a Dios, podía lograrlo.
Si querés asegurar tu futuro, alineate con Dios, obedecelo, y disfruta de los beneficios. Fortalecete.
REFLEXIÓN – Asociate a Dios, y asegura tu futuro.
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