3 de Septiembre – Consejo


Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que lo dirigió el sacerdote Joiada.” 2 Reyes 12:2
Consejo
Vivimos en una sociedad que margina a los ancianos. Es habitual leer que un ladrón entra en la casa de abuelos a robar, y no solo los roban sino que los golpean con saña. Los abuelos no tienen lugar en la sociedad. Pero deberíamos respetar su experiencia. Hoy ya no se escucha a los ancianos ni se sabe apreciar sus consejos. Porque aunque parezca que están pasados de moda, y que vivieron en otra realidad, su opinión de la vida sobre la base de la Biblia, sigue siendo vigente.
Esto mismo pudo experimentarlo Joás. Era solo un niño y tenía que ser rey. Solo tenía ocho años y no sabía en quién confiar. Su propia abuela había matado a todos sus hermanos, él estaba vivo porque había sido escondido.
En medio de tanta duda, Joiada siempre era un peñón de seguridad. Su persona y sus consejos fueron de gran utilidad para el joven rey. Le enseñó el consejo de Dios, y eso le sirvió para ser un rey ejemplar. Aunque la diferencia de edad era mucha, y habían vivido situaciones muy distintas, la influencia del anciano fue fundamental en su vida.
Hoy también tenemos la enorme bendición de tener ancianos que pueden aconsejarnos. No creas que la fuerza de la juventud puede reemplazar todo. El consejo de un hombre mayor siempre es necesario, aunque te parezca que no sirve y que lo que dice no tiene sentido. Aunque sea totalmente contrario a tu deseo o pensamiento, el consejo del anciano tiene la seguridad de haber vivido y la sabiduría de la experiencia.
La Biblia dice que el rey Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que lo dirigió el sacerdote Joiada. Cuando murió el sacerdote, otros tomaron su lugar y aconsejaron al rey. Y a pesar de haber sido bien educado en los caminos de Dios, los malos consejos de sus consejeros, hicieron desviar el buen paso de Joás.
El fin de Joás fue trágico, pagó tributo al rey de Siria, Hazael, y murió asesinado bajo conspiración de sus siervos. ¡Qué tragedia! Debería haber seguido los buenos consejos de Joiada. No desprecies los buenos consejos de los mayores. Tienen más experiencia porque vivieron más tiempo.
REFLEXIÓN – Hay consejos añejos muy buenos.

Comentarios de Facebook

Respuestas

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *