6 de Enero – Magos
“Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente. ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? preguntaron. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.” Mateo 2:1-2 (NVI)
Magos
La magia de preparar el pasto y el agua para los camellos y de dejar los zapatos afuera de la casa para que los reyes magos dejen sus regalos volvió a repetirse. Tal vez muchos niños ya sepan la verdad de los reyes, pero todavía Juampi y Connie no. Y quedaron fascinados cuando abrieron sus regalos. No dejaban de agradecerles a los reyes la generosidad que habían tenido. Solo importaba jugar con lo que había recibido.
Esta costumbre de hacer regalos para esta fecha, viene desde el nacimiento del Señor Jesús, cuando estos sabios de oriente llegaron a Belén y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Eran regalos para un rey, y es lo que estos sabios estaban buscando. Por eso lo buscaron primeramente en el palacio de Herodes. Sin embargo, es en el palacio donde estos hombres revelan la verdadera intención de su búsqueda. No sabemos mucho de ellos, ni de donde venían, ni por qué seguían la estrella, ni donde se fueron después de ver a Jesús.
Lo que si sabemos es que estaban buscando al niño, le trajeron regalos de rey, y vinieron a adorarlo. Y esta actitud es la más ponderable de estos sabios. No se adora a cualquiera. No se adora ni a presidentes, ni a reyes, ni a personalidades del espectáculo, ni a jugadores de football famosos. Porque el único que es digno de adoración es Dios.
Estos sabios, llegaron a Belén buscando a Dios. Y más allá de los regalos caros que traían, ellos sabían que el mejor regalo que podría ofrecerle al pequeño bebe era una sincera adoración.
Pasaron más de dos mil años y la mística de los regalos sigue vigente. Los negocios hicieron mucho dinero y muchos chicos quedaron encantados con sus juguetes. Pero una vez más, nos olvidamos del verdadero sentido de este día. Los magos vinieron a adorar a Jesucristo. Y hoy ni nos acordamos.
Quiera Dios que a partir de hoy recuperemos la magia de esta fecha y podamos con sinceridad y continuidad, adorar al Dios y Rey Jesucristo. No hay mejor regalo para Él.
REFLEXIÓN – Recuperá la magia.
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