19 de Abril – Seguridad


«Tú, Soberano Señor, has sido mi esperanza; en ti he confiado desde mi juventud.» Salmo 71:5 (NVI)

Juampi, un domingo, no quiso ir a la Escuela Dominical. Fue muy raro porque habitualmente, es el primero en querer llegar a las reuniones. Le encanta ir a la iglesia donde está su abuelo y siempre se muestra feliz. Pero la mañana de ese domingo estaba muy serio. Mientras lo cambiábamos, Miri le preguntó por qué no quería ir. Después de un rato, finalmente, nos lo dijo. Unos chicos se habían burlado de él porque estaba en la silla de ruedas. Lo consolamos, le dimos ánimo, y por último, estuvo de acuerdo en ir a congregarnos.
Pero dentro de mí sentía furia y dolor. ¿Cómo alguien puede ser tan miserable para actuar así? Pensé en hacer miles de cosas, y mientras viajábamos a la iglesia, mi mente deliraba en planes y mi corazón se partía por el dolor que le causaron a mi hijo.
A mitad de camino, Juampi, que siempre pide música en el auto, nos dijo: «Ma, ponés el de Rojo» y mientras la canción comenzó a sonar, Juampi se unió cantando:
No temeré, porque en Dios puedo confiar.
No, no me soltarás, en la calma o en la tormenta,
No, no me soltarás, en lo alto o en lo bajo,
Dios nunca me dejarás.
Y cada vez que repetía el coro, Juampi cantaba con total seguridad: «Dios nunca me dejarás» convencido y feliz de saber que a pesar de la silla de ruedas, de su imposibilidad de moverse por su cuenta, de su dependencia de ayuda o de las burlas de algunos inadaptados, su seguridad estaba en Dios, y Él nunca lo iba a dejar.
¿Cómo puede un niño tan pequeño tener una seguridad tan grande? ¿Cómo puede alguien tan indefenso tener esa esperanza? Porque Juampi tiene la fe de un niño que se abandona en los brazos de quien lo ama. Juampi no duda. . Juampi cree, y eso es suficiente. Él sabe que Dios no lo va a dejar, y por eso puede cantar confiado. Y una vez más mi pequeño gigante me dio una soberbia lección de de tranquila entrega
Mientras mi hijo cantaba en el auto, no pude menos que agradecerle a Dios por el regalo tan grande que me ha dado, al dejarme ser padre de un ser tan especial. Tal vez hoy estás dudando del poder de Dios. Tal vez las circunstancias te golpean duro y estás enojado, triste o desencantado. Cantá con Juampi.
REFLEXIÓN – Dios nunca me dejará.

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