La razón por la cual no eres feliz donde estás

Es conocido por todos los cristianos que en el corazón del hombre hay un espacio para lo espiritual. Dios nos ha creado con un espíritu que necesita conectarse con Él. Esto es así porque «Dios ha plantado la eternidad en el corazón de los hombres» (Eclesiastés 3:11).

Es por esto que nunca encontraremos felicidad plena aquí en la tierra. No somos felices aquí porque este no es nuestro hogar. No somos felices aquí porque pertenecemos a otro Reino.

Somos «como extranjeros y forasteros en este mundo» (1 Pedro 2:11, NVI). Estamos de paso en este mundo, anhelando, junto con la Creación, la manifestación del Hijo de Dios.

Por eso Jesús nos dice que más bien nos preocupemos en hacer tesoros en los cielos (Mateo 6.19-20), los cuales permanecen para siempre. También se nos exhorta a buscar siempre las cosas de arriba y concentrar nuestra atención en las cosas del cielo, no las de la tierra (Colosenses 3.1-4).

Nunca serás feliz del todo sobre la tierra simplemente porque no fuiste hecho para la tierra. Por supuesto que tendrás momentos de gozo y plenitud. Conocerás momentos o hasta días de paz. Pero no son comparables con la felicidad que se encuentra más adelante.

Mira lo que nos dijo Jesús:

No se preocupen tanto por la comida que se acaba, sino por la comida que dura y que da vida eterna. Esa es la comida que yo, el Hijo del hombre, les daré, porque Dios mi Padre les ha mostrado que yo tengo autoridad”. Juan 6:27 (TLA).

Con esto no estoy diciendo que te entregues al abandono y dejes de trabajar, sino que prestes principal atención a Dios, porque es en Él que está nuestra felicidad.

Las cosas de este mundo no nos pueden hacer felices eternamente, así que no pongamos nuestra felicidad en el trabajo, nuestra pareja o las cosas materiales, porque el único que nos puede hacer felices por siempre es Nuestro Padre.

Mateo 6.33 dice:

«Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas».

Así que, Jesús te dice hoy:

No te preocupes. Confía en Dios y confía también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Tú conoces el camino para ir a donde yo voy” Juan 14:1-4 (TLA)

Sea cual sea tu situación actual, recuerda que somos ciudadanos del cielo y esperamos que de allí vuelva nuestro Salvador, el Señor Jesucristo. Nuestros débiles cuerpos serán destruidos, pero él los transformará en cuerpos grandiosos como el suyo. Esto lo hará con el mismo poder con que controla todo el universo”. Filipenses 3.20-21 (TLA)

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Respuestas

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  1. Dios es bueno en gran manera y se que la gran ciudad nos espera, esas calles de oro mar de Cristal dónde todos somos iguales, no hay acepción de quién desea retornar al Padre, simplemente obedecer en todo y se nos dara la victoria.