Cómo Enfrentar un Problema que Requiere una Decisión Urgente

Muchas veces nos encontramos en situaciones apremiantes, de las cuales no sabemos para dónde correr, o cómo enfrentarlas! Es muy común que de inmediato, al estar sufriendo estas situaciones, cuestionemos a Dios con preguntas típicas como “¿Por qué a mi?” o “¿Por qué justo ahora?”

En vez de cuestionar a Dios con ese tipo de preguntas negativas, mejor piensa de esta forma: ¿No será que Dios quiere enseñarme algo? ¿No será que Dios me está empujando al próximo nivel en mi vida? Tómate un momento y reflexiona en tu situación.

Recuerda lo que dijo el apóstol Pedro:

“Queridos hermanos en Cristo, no se sorprendan de tener que afrontar problemas que ponen a prueba su confianza en Dios. Eso no es nada extraño. Al contrario, alégrense de poder sufrir como Cristo sufrió, para que también se alegren cuando Cristo regrese y muestre su gloria y su poder”. 1 Pedro 4:12,13 (TLA).

Si estás en una situación que te exige una decisión rápida y acertada, y sientes que no sabes cómo resolverla, recuerda que siempre podemos recurrir a la sabiduría de Dios:

Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”. Santiago 1:5 (NVI)

“Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo. Proverbios 3:5,6 (BLA)

Tienes que saber que Dios está hoy contigo. Está de tu lado y no en contra de ti.

Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Isaías 40:29 (NVI)

Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Éste es el camino; síguelo.» Isaías 30:21 (NVI)

El escritor de la carta a los filipenses nos aconseja:

No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo”. Filipenses 4:6,7 (BLA)

Necesitas tener paz en medio de tu tormenta, y esa paz sólo te la puede dar Jesús. Así que si no sabes dónde correr, o si no encuentras dónde esconderte, corre a los brazos de Dios, escóndete debajo de sus alas, que allí estarás seguro.

«El Señor te cubrirá con sus plumas,
y vivirás seguro debajo de sus alas.
¡Su verdad es un escudo protector!» Salmos 91:4 RVC

Hoy Dios te dice:

«Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.”. Salmos 32:8

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