15 de Julio – Dificultad


“En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? Salmos 56:4 (NVI)
Dificultad
Si hay una persona que ha pasado por todas las experiencias de la vida, ese es David. Un hombre que de ser un pastor en medio de la montaña solitaria, pasó a ser el rey de una nación. De ser el consentido del palacio, respetado por sus pares, pasó a ser un proscripto buscado por la policía. De ser un monarca respetado y admirado, pasó a ser un reo exiliado.
Tuvo alegrías, tristezas, momentos buenos, momentos malos. Pero esta frase resume toda su vida. A David no le importaba lo que podía venir, o lo que estaba sufriendo, ni las amenazas que tenía. Él había puesto su confianza en Dios y estaba tranquilo. Esto es fácil decirlo, pero muy difícil de hacer.
No es que vivía despreocupado de todo y nada le importaba. No es que era un inconsciente y no tenía responsabilidad. No es que estaba loco o drogado. El gran secreto de David es que sabía descansar en Dios.
David supo dejarle al Padre Amante todos los problemas y actuar en consecuencia. Estamos acostumbrados a recurrir a Dios cuando no hay más solución. Solemos buscar por cuenta propia alguna salida posible para nuestro problema (salida que creemos es la más conveniente), y después de fracasar reiteradamente y darnos la cabeza contra la pared, sin encontrar respuesta ni soluciones, recién en ese momento nos acordamos de Dios, y le suplicamos su ayuda.
David era mucho más sabio y depositaba sus problemas en las manos del Eterno Sabio, por eso no temía. Sabía que cualquier cosa que pasara estaba dentro de los planes de Dios. Y los planes de Dios siempre son perfectos. Aunque a veces parezcan duros y difíciles, Dios tiene un propósito de amor para tu vida y desea llevarlo a cabo.
Esto es lo que sabía David, y por eso estaba seguro. Si estás pasando por problemas, dificultades, angustias, tristezas, conflictos o soledad, recordá que todo problema es pequeño comparado con Dios. Él desea darte seguridad, amor y confianza, y tiene una solución preparada.
No dejes que la tristeza o la preocupación empañen tu mirada. Detrás del árbol de tu problema, está el bosque de la bendición de Dios. Solo espera que le dejes actuar.
REFLEXIÓN – Ningún problema es más grande que Dios, seguro.

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Respuestas

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  1. Buen dia ; espero esten bien gracias por seguir mandando sus correos me ayudan mucho.
    Tengo una pregunta hasta mayo recibi los mensajes personalizados y firmados por Andres Reina ahora no quisiera saber porque este cambio. Gracias que Dios los bendiga grandemente y a usted Andres Reina