31 de enero – Ángel

“Entonces Pedro volvió en sí y se dijo: Ahora estoy completamente seguro de que el Señor ha enviado a su ángel para librarme del poder de Herodes y de todo lo que el pueblo judío esperaba.” Hechos 12:11 (NVI)
 
Hay un salmo que aprendí de chico, que dice: El ángel del Señor acampa en derredor de los que le temen, y los defiende. Pero siempre me pareció que era un texto para otra época. Vivimos días muy complicados: El estrés, la crisis global, los problemas de las bolsas de valores del mundo, la falta de trabajo, el abuso que ejercen los violentos.
Son días de urgencias, de ritos religiosos. No vemos a Dios en los templos, nos cuesta tener comunión placentera y diaria con Él. Vivimos rutinariamente y en el apuro. Perdimos la posibilidad de ver la gloria de Dios. A veces son los problemas los que nos enceguecen, como le pasó a Pedro en la cárcel de Herodes. Ni siquiera en medio del milagro de su liberación asombrosa, pudo ver al ángel que lo estaba ayudando. Se dio cuenta después. Había estado al lado del ángel durante un largo rato, pero no lo había advertido.
Hoy, Dios sigue obrando de la misma manera. Pone a tu lado un ángel para cuidarte, quien vela por tu integridad y te defiende. El ángel de Dios acampa al lado tuyo. No se duerme ni se descuida, no está mirando para otra parte. Su única función es velar por vos. ¡Cuánto nos ama Dios al acompañarnos con semejante guardián!
En el presente, no vemos tan seguido milagros asombrosos como los de Pedro en la cárcel de Herodes. Y no es que Dios haya perdido poder, todo lo contrario. Es simplemente que Dios se manifiesta de manera distinta. Sin embargo, sigue actuando, Su poder permanece intacto, Su preocupación e interés por nuestro bienestar es constante. Dios continúa liberando prisioneros.
Tal vez te sientas solo en medio de tu problema, y las presiones te parecen demasiado pesadas para ser soportadas. Tal vez hay demasiadas lágrimas en tus ojos por las tristezas sufridas o demasiadas noches de soledad para ser soportadas. No estás solo. El ángel de Dios está a tu lado. Dios lo sigue enviando para liberarte del poder del enemigo, y de las asechanzas de los que buscan tu mal.
No te exime de los sufrimientos. Pedro estuvo encarcelado y encadenado. Pero Dios siempre libera.
REFLEXION – El ángel de Dios está a tu lado.

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