5 de Febrero – Viví


«Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él.» Colosenses 2:6

Viví
Hay una relación causa efecto en la naturaleza. Si llueve, se moja el piso. Si hace calor, se transpira la remera. Siempre se cumplen estas leyes naturales. Sin embargo, no siempre se cumple la relación causa efecto en la vida de las personas.
No siempre, si actuamos con honestidad nos va bien, y por lo general al corrupto las cosas le son más fáciles. O si actuamos con amabilidad y cariño, no siempre recibimos afecto. Es bastante común recibir críticas y resentimiento. Resultaría lógico pensar que uno debería sembrar lo que ha cosechado, pero en las relaciones personales no siempre sucede esto.
Pablo sabía de estas características eran propias del ser humano, y podía verlas en cada iglesia que visitaba. Por eso, les recuerda a los colosenses esta gran verdad. Hay una relación causa efecto que debería marcar la vida de los hijos de Dios. Pero no siempre sucede así. No pasaba antes y tampoco pasa ahora.
En teoría, quien recibe a Cristo Jesús como Señor, debe vivir como Él quiere. Esa es la lógica de Dios. Pero la mente del ser humano está muy lejos de manejarse con los parámetros divinos, por eso Pablo tiene que insistir tanto en este tema. Había muchos cristianos en Colosas que habían recibido a Cristo, pero que no andaban como Él anduvo. Y que rompían esta regla de causa efecto.
Porque los seres humanos somos muy caprichosos y nos cuesta ser obedientes. Pensamos que siempre tenemos razón y que nuestra manera de hacer las cosas es la mejor. Incluso cuando estamos tratando con Dios. Por eso es que muchos no andan como anduvo Cristo. Porque consideran que vivir de esa manera no es tan bueno, y viven de otra, porque les parece que es mejor. Y pensamos ¡que soberbios que eran los hombres de Colosas al pensar que su manera de actuar era mejor que la de Dios!
Y nos olvidamos que hoy actuamos igual. Con las excusas que tengamos a mano, con nuestros justificativos post modernos, seguimos actuando igual que los cristianos de Colosas. ¿Podés decir que vivís como viviría Jesucristo hoy las 24 horas del día, los 365 días del año?
Eso es lo que espera Dios de vos y de mi hoy.
REFLEXIÓN – Viví como Jesús.

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