“Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes.” Juan 15:15 (NVI)
Encontré este material que me llamó la atención, y creo que es muy bueno que lo tengamos presente. La próxima vez que sintamos que Dios no puede utilizarnos porque no somos suficientemente buenos, tan sólo recordemos que:
– Noé fue un ebrio
– Abraham era demasiado viejo
– Isaac fue un soñador
– Jacob era un mentiroso
– Lea era fea
– José fue abusado
– Moisés tenía problemas al hablar
– Gedeón tenía miedo
– Sansón era un mujeriego
– Rahab era una prostituta
– Jeremías y Timoteo eran demasiado jóvenes
– David fue adúltero y asesino
– Elías tuvo pensamientos suicidas
– Jonás huyó de Dios
– Noemí era una viuda
– Juan el Bautista comía langostas
– Pedro negó a Jesucristo
– Los discípulos se durmieron mientras Cristo oraba en el monte
– Marta se preocupaba por todo
– A María Magdalena le expulsaron siete demonios
– La mujer samaritana se había divorciado varias veces
– Zaqueo era demasiado pequeño y además, ladrón
– Pablo era demasiado religioso
– Timoteo tenía úlcera
– ¡Lázaro estuvo muerto!
Y Dios todavía no ha terminado con nosotros. Somos un vaso que Él puede y quiere usar, si nos ponemos a Su disposición, tal como estuvieron disponibles para el Señor cada uno de los personajes que mencionamos arriba. No sos poco para Dios, Él puede y quiere que seas parte de Su plan.
REFLEXIÓN – Sos valioso para Dios.