El poder de la oración y la fe en Dios

En la vida, enfrentamos innumerables desafíos y batallas que pueden agotar nuestras fuerzas y poner a prueba nuestra fe. Es en esos momentos de angustia y necesidad, cuando tenemos que recordar que el Señor está atento a cada uno de tus clamores! A través de las historias y testimonios poderosos de personas de la Biblia somos testigos de cómo la oración y la confianza en Dios pueden conducir a la liberación, la sabiduría y la victoria.

El Señor te habla a ti, y dice:

me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores.” Salmos 91.15 (NVI)

Dios siempre escucha el clamor de Sus hijos:

“Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si en verdad me bendijeras, ensancharas mi territorio, y tu mano estuviera conmigo y me guardaras del mal para que no me causara dolor! Y Dios le concedió lo que pidió.” 1 Crónicas 4:10 (LBLA)

Dios le dijo un día al rey Salomón:

“Pide lo que quieras que yo te dé. Entonces Salomón dijo a Dios: Tú has mostrado gran misericordia con mi padre David, y me has hecho rey en su lugar. Dame ahora sabiduría y conocimiento, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque, ¿Quién podrá juzgar a este pueblo tuyo tan grande?” 2 Crónicas 1:7,8,10 (LBLA)

“Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar.” 1 Reyes 4.29 (LBLA)

Otro guerrero de Dios, Asa:

“decidió enfrentarse a Zérah y a su ejército, y colocó a sus hombres en posición para la batalla en el valle de Sefata, que está muy cerca de Maresá. Luego oró a Dios, diciendo: «Dios nuestro, nos hemos atrevido a pelear contra este ejército tan grande, porque confiamos en ti y queremos honrarte. No hay nadie como tú para ayudar al débil y liberarlo del poderoso. Por eso te rogamos que nos ayudes. ¡Tú eres nuestro Dios! ¡Sabemos que nadie te puede vencer!» Y efectivamente, Dios y su ejército acabaron con los etíopes.” 2 Crónicas 14:11,12 (TLA)

¿Le estás entregando tus batallas a Dios? ¿Le estás pidiendo lo que necesitas en oración? Dios siempre escucha, y responderá cuando Él lo disponga, ¡no bajes los brazos!

Por eso decía el salmista:

“A ti, oh Dios de Sión, te pertenece la alabanza. A ti se te deben cumplir los votos, porque escuchas la oración. ¡Dichoso aquel a quien tú escoges, al que atraes a ti para que viva en tus atrios! Saciémonos de los bienes de tu casa, de los dones de tu santo templo.
Tú, oh Dios y Salvador nuestro, nos respondes con imponentes obras de justicia;
tú eres la esperanza de los confines de la tierra y de los más lejanos mares. Salmos 65: 1-2,4-5 (NVI)

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