Hoy Dios te dice: «Me buscarán y me encontrarán»

¿Qué secreto encontró Josué en la búsqueda constante de la presencia de Dios en el tabernáculo, y cómo podemos aplicarlo en nuestra propia búsqueda espiritual hoy en día?

Dice el Señor Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. Jeremías 29.13 (NVI)

“Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo;
llámenlo ahora, mientras está cerca. Isaías 55.6 (NTV)
Recuerda que “Un solo día en Sus atrios,
¡es mejor que mil en cualquier otro lugar!
Prefiero ser un portero en la casa de mi Dios
que vivir la buena vida en la casa de los perversos.” Salmos 84.10 (NTV)

Encontré un gran ejemplo en la Biblia de alguien que buscaba más de Dios: Josué.

“Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. Éxodo 33.11 (R-V 1960)

El tabernáculo era el lugar que Dios había elegido para manifestar su presencia en ese momento en el desierto. Josué vivía expectante de la manifestación de Dios, anhelaba estar con Él. Posteriormente, en el Antiguo Testamento se relata que la adoración estaba centrada en el templo de Jerusalén, donde se llevaban a cabo los rituales y sacrificios prescritos por la ley. Cuando Jesús vino a la tierra, la adoración se extendió más allá de un lugar físico específico, porque en Cristo está ese tabernáculo definitivo en el que Dios quiere encontrarse con Su pueblo.

“Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros…” Juan 1:14 NVI

La palabra que nuestra versión traduce por “habitó” quiere decir literalmente “fijó tabernáculo”, o también “puso su tienda”.

Cuando el Prólogo del libro de Juan proclama que la Palabra hizo su morada entre los hombres, se nos está diciendo que Jesucristo es la nueva ubicación para encontrar la presencia de Dios en la tierra, y que Jesús es el reemplazo del antiguo Tabernáculo.

Por eso, antes de Jesús, Dios mismo dijo en Isaías 41.17-18:

“Cuando los pobres y los necesitados busquen agua y no la encuentren,
y tengan la lengua reseca por la sed,
entonces yo, el Señor, les responderé;
yo, el Dios de Israel, nunca los abandonaré.
Abriré ríos para ellos en los altiplanos.
Les daré fuentes de agua en los valles
y llenaré el desierto con lagunas de agua;
por la tierra reseca correrán ríos alimentados por manantiales. (NTV)

Y Jesús dijo:

Todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna. Juan 4.14 (NTV)

Por eso hoy te animo a que busques al Señor de todo corazón, Él es el único que puede saciar tu sed.

Te invito a adorar a Dios con estas melodías, pidiendo que su agua viva siga llenando todo tu ser.

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