De Derrotas a Victorias: Descubre el Potencial de tu Presente en Dios

¿Te ha pasado que  estás haciendo algo pero por alguna razón no te sale bien? ¿Has empezado un proyecto pero no avanza como desearías?

No te preocupes, tal vez sea la manera de Dios de llamarte la atención y decirte que es el momento de oportunidad que estabas esperando.
Las victorias nunca vienen antes de las derrotas. Siempre tendremos que sufrir la tormenta antes de la calma, allí es donde Dios nos prueba y salimos refinados para ser más como Él.
¿Te ha sucedido que lo que viviste en el pasado no te deja vivir el presente? ¿Sufriste algo feo y te has encerrado en ti mismo y ya no compartes tu vida con los demás?

Déjame compartir algo que me ha ayudado:
“Tu pasado te ha traído a tu presente, y tu presente determinará tu futuro. ¿Para qué hablar o pensar de tu pasado que no puedes cambiar si puedes hablar de tu presente, que cambiará tu futuro?”

El rey Salomón lo dijo de otra manera en Proverbios 23, 7: Como piensa el hombre en su corazón, tal es el”. Es decir, nunca podrás lograr más de lo que tú piensas que eres. La Biblia no dice que tú eres como Dios piensa de ti, tú eres lo que tú piensas de ti mismo!

Así que, hoy concéntrate en lo que Dios te dice y lo que hará en tu vida:

«Yo soy el SEÑOR, que abrió un camino a través de las aguas, e hizo una senda seca a través del mar. Yo llamé al poderoso ejército de Egipto con todos sus carros de guerra y sus caballos. Los sumergí debajo de las olas, y se ahogaron; su vida se apagó como mecha humeante. »Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy a hacer. Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía.» Isaías 43:16-19 (NTV)

Ya no vivas encerrado en ti mismo o en actividades que giran alrededor de ti, te animo a que encuentres algo fuera de ti que te ayude a que puedas darte a ti mismo, que te acerques a otros para compartir tu testimonio y que Dios te use para ayudar a otros!

Da lo que has recibido de parte de Dios, porque «Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros.» 2 Corintios 1:4 (DHH)

Así que, hoy recuerda que el consuelo que Dios nos brinda en nuestros momentos de dificultad no es solo para nuestro beneficio, sino también una herramienta poderosa para llevar esperanza a quienes nos rodean. ¡Sigamos adelante con fe, confiando en lo que Dios tiene preparado para nosotros y para aquellos a quienes tocamos con Su amor!

Artículos relacionados

Respuestas

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *