Para no tener deudas…

Hola! ¿Cómo va todo? Tal vez no de la forma que esperabas, verdad? A no desesperar, de toda situación podemos aprender algo, y eso es en lo que debes pensar si atraviesas una situación difícil.

El problema no es tu situación, sino cómo reaccionas ante ella. Es una cuestión de ACTITUD. «No hay mejor medicina que tener pensamientos alegres. Cuando se pierde el ánimo, todo el cuerpo se enferma». (Prov. 17:22 BLS). «Para el que anda triste, todos los días son malos, para el que anda feliz, todos los días son alegres» (Prov. 15:5 BLS).
Deja tu carga a los pies de Jesús y Él se ocupará de ellas. Si te las quedas para ti, no le das a Él oportunidad de ayudarte.
 
Otra cosa importante que aprendí: «Si algún amigo te pide que respondas por él y te comprometas a pagar sus deudas, no aceptes ese compromiso, pues caerás en la trampa»…»Si te comprometes a pagar deudas te metes en grandes problemas, evita esos compromisos y vivirás tranquilo» (Prov 6:1-3 y 11:15 TLA)
Cuánta gente hay que queda atrapada con deudas ajenas! No caigas en esa trampa, el mismo Rey Salomón, en su sabiduría, nos aconseja no involucrarnos con deudas ajenas.
Si ya lo has hecho, te toca pagar, y si todavía no te ha tocado, recuerda este consejo del Rey sabio, para que vivas tranquilo.
En este momento ruego a Dios por ti, para que Su mano de poder esté en todo lo que hagas esta semana. Que Él te guíe a cada paso. Le pido a Dios que puedas sentir Su abrazo de amor cuando te reúnas con Él y que de esa manera seas libre de cualquier peso de culpa y condenación que pueda pesar sobre ti.
Te bendigo y te abrazo en el nombre de Jesús.

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