Fortaleza y Esperanza para Tiempos Difíciles

¿Quieres descubrir las promesas bíblicas que pueden iluminar tu camino en momentos de adversidad? ¿Estás buscando inspiración y dirección para cuando enfrentas tiempos difíciles?

¡En la Palabra de Dios encontramos la esperanza que necesitamos!

“Aunque una persona peque cien veces y siga gozando de muchos años de vida, yo sé que les irá mejor a los que temen a Dios.” Eclesiastés 8:12 (NTV)

Hoy recuerda cómo el Señor estuvo con el pueblo de Israel, cuando los liberó de la esclavitud de Egipto.
El SEÑOR te dice, como les dijo a los israelitas:

«Pueden estar seguros de que Dios vendrá a ayudarlos.» Éxodo 13:19 TLA
«—Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi nombre. Y verás que tengo clemencia de quien quiero tenerla, y soy compasivo con quien quiero serlo.« Éxodo 33:19 NVI
“El Señor le dijo a Faraón: Haré una clara distinción entre mi pueblo y tu pueblo”. Éxodo 8:23
«¡Salgamos de aquí, alejémonos de los israelitas! —gritaban los egipcios—. ¡El Señor está luchando por ellos en contra de Egipto!» Éxodo 14:25 NTV

Y aún en el desierto, nunca los abandonó!
En otra ocasión Balán dijo: ¿Pero cómo podré echar maldiciones sobre quien Dios NO ha maldecido? ¿Cómo podré desearle el mal a quien el Señor no se lo desea? Números 23:8
Así que No se asusten ni les tengan miedo. El Señor su Dios marcha al frente y peleará por ustedes, como vieron que lo hizo en Egipto.” Deuteronomio 1:29-30 NVI

«No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti; toda lengua que te acuse será refutada. Ésta es la herencia de los siervos del Señor, la justicia que de mí procede—afirma el Señor —». Isaías 54:17 NVI

Hoy habla como el salmista:

«Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;

Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma;

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,

No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;

Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,

Y en la casa de Jehová moraré por largos días.« Salmos 23

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