15 de Noviembre – Refugio
«Porque tú has sido baluarte para el desvalido, baluarte para el necesitado en su angustia, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor.» Isaías 25:4
Refugio
El otro día un amigo nos regaló un librito de pensamientos para seguir fieles a Cristo a pesar de las adversidades. Son pensamientos que nos asisten y sostienen cuando estamos tristes, cuando las circunstancias que nos tocan vivir resultan injustas y duras de soportar. Cuando pasa eso, generalmente buscamos soluciones rápidas.
El desencanto produce tristeza, la frustración de esperar algo que no llega, la ingratitud, el desprecio, la ironía, el orgullo, la injusticia, la insensatez, la falta de claridad produce tristeza y no hay manera de evitarlo, porque estas situaciones no dependen de uno.
Estábamos tristes por cosas que nos tocan padecer, casi a punto de dormirnos cuando Miri me mostró una página de ese libro. Fue un soplo de aire fresco en medio del calor del desierto. Dios volvió a ser el baluarte en nuestra angustia, ese castillo fuerte que protege y cuida, esos brazos tiernos que abrazan, esa caricia cariñosa que siempre hace falta.
Pero no apareció un ángel del cielo, ni hubo un viento que estremecía las piedras, no hubo fuego y relámpagos. Solo hubo un libro, que un amigo querido me regalo, tal vez sin saber nada, tal vez suponiendo.
Dios hoy sigue siendo tu refugio en la tormenta, el fortín que te sostiene en medio de la angustia. No esperes que aparezca en alguna aparición milagrosa y mística, ya no hace eso. Hoy Dios sigue siendo tu sombra para el calor, a través de cosas más simples y cotidianas: Un amigo fiel que te ve triste y te abraza, la caricia de un padre atento, un mail escrito de la distancia, un mensajito en tu celular.
El refugio de tu angustia, hoy Dios lo manifiesta en el cariño cotidiano. Es el mejor remedio que Dios diseñó este baluarte para el día de tu angustia, este sostén para cuando estés desvalido, esta sombra para tu día de calor. Dios no te abandona en tu momento de angustia y siempre tiene preparado a un amigo para sostenerte.
Los métodos de Dios pueden cambiar, pero su objetivo es siempre el mismo. Su amor por vos le hace estar interesado y atento a tu necesidad. Y porque te ama, siempre está a tu lado.
REFLEXIÓN – Dios es tu refugio.
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