A Dios le interesa que…

Seguramente has escuchado muchas veces que como cristianos debemos traer fruto. Jesús enseñó sobre eso: “Un buen árbol produce buenos frutos, y un mal árbol produce malos frutos. Para saber si un árbol es bueno o malo, sólo hay que fijarse en sus frutos”. Mateo 12:33 (BLS)

Por mucho tiempo pensé que traer fruto era solamente predicarles a otros de Jesús y llevarlos a la iglesia. A pesar de que esa puede ser una interpretación, luego me di cuenta que Jesús iba mucho más allá de eso.

La meta final de Dios para tu vida sobre la tierra no es que te pares frente a millones para predicarles ni tampoco que dirijas alabanza ante multitudes. La meta principal de Dios es el desarrollo de tu carácter.

¿Cómo pensarías que alguien que no conoce a Jesús podría detenerse a hablar contigo si sabe que en tu casa estás peleado con tu mujer, o eres gritón, no pagas tus deudas, etc.?
«Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Mas el fruto delimages.jpg Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros». Gálatas 5.16,22-26

Dios está mucho mas interesado en lo que eres que en lo que haces. Porque lo que haces puede cambiar de un día para el otro, pero lo que eres te define como persona. Lo que eres determina lo que haces y no al revés.

A Dios le importa lo que tú eres más que lo que tú haces.

Desarrolla el hábito de mejorar tu carácter y la manera en que respondes a las circunstancias de la vida. Aprende a conocerte a ti mismo y mejorar en las áreas en las que eres débil. Cuida tus palabras, lo que declaran. Revisa tu actitud. Mejora tu amistad con Dios. Investiga mejores métodos para administrar tus finanzas. Desarrolla un plan para aprovechar tu tiempo.

Recuerda que “los problemas” de la vida nos ayudan a crecer y a desarrollar el carácter de Dios en nuestra vida.

Al desarrollar el carácter de Dios en tu vida no te hará falta ni abrir la boca: los que te rodean simplemente notarán que eres diferente, y a la gente hoy en día se les predica con una vida de ejemplo y no con simples palabras. Alguien dijo: predica TODO el tiempo y si es necesario abre la boca.

“Cada árbol se conoce por los frutos que produce. De una planta de espinos no se pueden recoger ni higos ni uvas”. Lucas 6.44 (BLS)

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