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Hay muchísimas razones por las cuales debemos ser agradecidos, pero la principal razón es que el hijo agradecido trae honra al corazón del Padre.

«Quien me ofrece su gratitud, me honra; al que enmiende su conducta le mostraré mi salvación». Salmos 50:23 (NVI)

Otra razón que considero importante es que para acercarse a Dios necesitamos ser agradecidos, el Salmo 100, en el versículo 4 dice: «Entrad por sus puertas con gratitud”.

El rey David tenía un corazón agradecido, aun cuando estaba pasando por problemas y dificultades:

«Cuando vengan tiempos difíciles, tú me darás protección:
me esconderás en tu templo, que es el lugar más seguro.
Tú me darás la victoria sobre mis enemigos;
yo por mi parte cantaré himnos en tu honor,
y ofreceré en tu templo sacrificios de gratitud.” Salmos 27: 5-6 (TLA)

Hay mucha gente que todavía se está preguntado: “¿Y cuál será la voluntad de Dios para mí?” Si eres uno de esos, ¡tengo buenas noticias para ti!

Ser agradecido es la voluntad de Dios para tu vida: «Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. 1 Tesalonicenses 5.18

«Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia». Hebreos 12.28