13 de Junio – Despropósito
“En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.” Job 1:22 (RVR)
Despropósito
Job era lo que se dice un hombre que las tenía todas. No podía pedir más de la vida, era un hombre respetado por sus pares, tenía salud, una hermosa familia, una excelente posición social y económica. No le faltaba nada, no tenía necesidad de nada. Y además era fiel a Dios.
De un día para el otro, el diablo lo tocó y perdió a todos sus hijos (murieron todos simultáneamente) y todos sus bienes (le robaron sus rebaños), y al día siguiente perdió también su salud (su cuerpo se llena de llagas pustulientas). Para colmo de males, la única vez que se registra un comentario de su mujer (la única que quedó viva) es: “maldice a Dios y muérete”.
Pero a pesar de todo, no atribuyó a Dios ningún despropósito. Para Job había un propósito en lo que estaba pasando. Era una situación horrible y terrible, pero Job sabía que había un plan. Es muy fácil cuestionar a Dios, y exigir el por qué de cada situación incómoda. Por lo general, cuando estamos tristes, enojados, enfermos, disconformes, cuando tenemos problemas o no tenemos trabajo, o nos sentimos abandonados, deprimidos o angustiados, exigimos de Dios una solución inmediata y una explicación.
Es muy común enojarse con Dios cuando las cosas no nos salen bien. Cuando se hace reiterada la mala situación o cuando el problema se mantiene por mucho tiempo. Cuesta mantener la compostura cuando uno ve que al resto la vida les sonríe, y uno sigue con ese problema sin solución, sin ayuda, sin poder zafar, sin poder mejorar y ya está cansado de sufrir.
¿Cómo es que Job en semejante situación pudo ver un propósito divino en medio de tanto dolor? Porque sabía que Dios es Amor, que nos ama infinitamente. Dios te ama de manera particular y exclusiva. Tanto nos ama que permitió que Su Único Hijo muriera en la cruz, que el Eterno, se haga hombre mortal, que el Tres Veces Santo sea hecho pecado. Puede ser que estés pasando por una situación muy difícil o un problema terrible. Nada escapa de la soberanía de Dios. Él tiene un propósito para sus hijos. Puede ser que sea un presente de dolor, pero el fin es de gloria. No cuestiones las situaciones que tenés que vivir, recordá siempre que estás dentro del plan de Dios.
REFLEXIÓN – Dios sabe.
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