2 de Abril – Pastor
“Yo soy el buen Pastor, el buen Pastor su vida da por las ovejas.” Juan 10:11 (NVI)
Pastor
Palestina era un país eminentemente pastoril, allí se criaban ovejas principalmente por la lana siendo estas un tesoro muy bien cuidado. Era un negocio vital para la economía familiar tan empobrecida de aquella época ya que les proveía de lana y cueros para los vestidos, de leche para los niños y de carne para las comidas, como así también las ventas posibles de las crías. Era importante tener ovejas y los pastores conocían muy bien a sus rebaños.
La figura del pastor era muy bien vista en aquellos días y era un trabajo de gran responsabilidad. Los pastores eran muchachos que llevaban sus rebaños a una alta meseta donde había buenos pastos, y debían vigilar que ninguna oveja se pierda ni se lastime.
Muchas veces debía luchar contra animales salvajes y también contra ladrones. El buen pastor siempre estaba dispuesto a pelear por sus ovejas. Incluso estaba dispuesto a dar su vida para salvar a su rebaño. Era capaz de ir a buscar a una oveja perdida y no descansar hasta encontrarla.
Por eso cuando Jesús hace esta comparación, todos comprendieron a la perfección lo que quería decir. Era un mensaje muy claro para sus oyentes.
Jesucristo es el Buen Pastor, es Tu Buen Pastor. Es quien va delante y te indica el camino más seguro y tranquilo. Es quien siempre desea llevarte a lugares tranquilos y hermosos, con abundante bendición. Lejos de los problemas cotidianos, Cristo te ofrece su paz eterna.
Jesús es quien está siempre atento y despierto, vigilando para que nada malo te pase. Es quien te defiende de los que quieren hacerte daño, es quien te va a buscar cuando te alejás del rebaño, es quien te cura las heridas sin recriminarte nada, es quien dio su vida para salvarte.
No busques placer en otros rebaños. No busques diversión con otras ovejas. No busques protección en ningún otro. El único y Eterno Pastor es Jesús. No sigas a otros rebaños, no siempre las multitudes tienen razón, y por lo general, se equivocan mucho en lo que a Cristo se refiere. Es mejor seguir al Buen Pastor.
Literalmente, Jesucristo es el Buen Pastor. Su amor y dedicación no se pueden discutir. Son realidades innegables.
Que hoy puedas agradecerle con tu vida lo mucho que te cuida y te ama.
REFLEXIÓN – Jesús es el Buen Pastor, obedécelo.
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