17 de enero – Carácter
“Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que Él escogió como heredad para sí mismo.” Salmo 33:12 (RVR)
Dijo Theodore Roosevelt “El carácter, a la larga, es el factor decisivo en la vida de un individuo, y de las naciones también”.
Cada aspecto del carácter de una persona se genera por la reiteración de un hábito. Y el hábito se genera por la repetición de una acción. Cuando era chico, íbamos al colegio de mañana. Mi papá nunca nos dejaba faltar. Hoy es común que los chicos falten a clase por cualquier motivo. Pero antes, aunque hiciera un frío polar, tuviéramos una prueba de matemática o estuviéramos muy cansados, no importaba. Nos levantaba siempre bien temprano, nos preparaba el café con leche y nos llevaba al colegio. No me gustaba la intransigencia de mi papá en este tema.
Hoy, treinta años después, puedo mirar atrás y agradecerle. Lo que era una situación caótica y horrible (la obligación de levantarme todas las mañanas bien temprano para ir al colegio) generó en mi el hábito de madrugar. Y sin que me diera cuenta, también moldeó mi carácter para actuar con constancia y responsabilidad. Eso es el origen de que hoy no falte al trabajo aunque tenga fiebre, o esté cansado. Podría inventar excusas para llegar tarde o faltar, y obtendría algunos días libres. Pero ni se me cruza por la cabeza hacerlo. No está en mi carácter.
Es lo que planteaba Roosevelt: un individuo con un carácter positivo y bondadoso, no sólo será un buen padre de familia, sino también un buen trabajador que influirá positivamente en su hogar, en su trabajo, en sus amigos y en su entorno. Muchos hombres con esos atributos en su carácter hacen una nación fuerte y decidida. Hablo de hombre en un sentido genérico, que abarca tanto a las mujeres como a los hombres. Éste no es para nada un concepto machista.
Y es lo mismo que decía David: El pueblo que tiene a Jehová por Dios, se puede considerar feliz, dichoso y satisfecho. Porque tener a Dios como guía de la vida, generará acciones cotidianas buenas, que a su vez originarán un buen hábito y formarán un carácter cristiano y responsable en la persona. ¡¿Cómo no va a ser dichosa la nación que tiene semejantes pobladores?! Es el ideal de nación que todo gobernante desea tener.
Pero es imposible cambiar el mundo, si primero no cambiás vos.
REFLEXIÓN – Construite un carácter divino.
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