21 de Febrero – Fiel


“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9 (RVR)
Fiel
Utilicé y escuché, este texto en mi vida cristiana cientos de veces para explicar la Gracia de Dios a aquellas personas que están condenadas. Dios por su amor al pecador, permitió que Jesucristo nos reemplazara en la cruz del calvario para soportar el castigo que nuestros pecados merecían. Dios aplicó su justicia sobre Jesucristo, en lugar de hacerlo sobre mí. Y por eso solo espera que yo le pida perdón por mis pecados y reciba el regalo de la Gracia para ser salvo.
Simpleza perfecta de Dios que nos ofrece la salvación del alma sin costo para nosotros, pero con un altísimo costo para Él. Es la conjugación perfecta de amor y justicia.  Nos salva porque nos ama, pero aplica su castigo por el pecado sobre su propio Hijo para no hacerlo sobre nosotros.
Escuché un mensaje sobre este texto con una reflexión tan interesante que me motivó a replantear mi concepto de este maravilloso versículo. Cuando Juan escribe esta carta, sus destinatarios no eran personas sin fe; sino aquellos cristianos fieles que asistían a la iglesia, que tenían comunión con Dios, que habían recibido el regalo del perdón de Dios por Jesucristo.
Por eso no habla de amor. Aunque en toda su carta el amor es la palabra que más se repite, en esta perla de la literatura divina usa otra palabra: fiel. Y remarca que Dios es fiel cuando nos perdona. De las muchas palabras que podía haber utilizado, esta es significativa. ¿Por qué Dios es fiel cuando perdona? La respuesta es la historia misma de Dios. A Él le ofende y desagrada cada pecado nuestro. Es una ofensa absoluta para su santidad. Cualquier pecado nuestro es una bofetada y un insulto a la perfección divina. Y en lugar de destrozarnos (con justicia), o de consumirnos con el fuego de su mirada, Dios elige perdonarnos cuando se lo pedimos.
Simplemente porque no puede negarse a sí mismo, ni puede rechazar su esencia. Dios es fiel. Y aunque le duela enormemente cada pecado nuestro, SIEMPRE nos va a perdonar. No importa cuántas veces repitamos el pecado. Para Dios siempre es el primero, porque Él perdona y olvida. No tiene historia ni registro de nuestros pecados perdonados. Borra el disco rígido.
Viví cada día sin tener que recurrir a la fidelidad de Dios.
REFLEXIÓN – Dios es fiel, disfrutalo sin ofenderlo.

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