6 de julio – Valele
“En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan.” Salmo 9:10 (NVI)
Los días en que Juampi estuvo internado por su segunda operación, nos dimos cuenta con Miri, lo importante que era la ayuda de Valeria, en el cuidado de Connie. Vale es la hermana menor de Miri, y depositamos en ella absoluta confianza para el cuidado de nuestra pequeña hija, que contaba en ese momento con apenas tres años. A tal punto, que Connie sabía decir solo tres palabras: papá, mamá y Valele, que en su idioma significaba Valeria.
Y hace poco, caímos en la cuenta mientras hablábamos con Miriam que fue también Valeria la que cuidó durante dos años a nuestro pequeño Juampi, desde que tenía un año. ¿En quién se puede depositar la confianza para poner bajo su cuidado a seres tan indefensos, demandantes y cándidos, sino en alguien completamente fiable? Valeria genera eso en nosotros: confianza. Sabemos que no importa lo que suceda, Valeria va a atender a Connie o a Juampi con total amor. Con el mismo cariño y protección que tendríamos Miriam o yo. Eso es confianza, saber que el otro va a actuar como uno actuaría.
Mientras pensaba en lo tranquilo que había estado en la clínica sabiendo que mi hija se encontraba en las mejores manos, me acordé de este texto maravilloso de David. El joven pastor, y reciente soldado, sabía muy bien que podía descansar tranquilo en Dios. Podía confiar en el Padre Celestial, porque Dios es el Padre amante por excelencia. Él jamás abandona a nadie. Dios es confiable.
Es un Padre que cuida, consuela y sostiene. Dios es fiel. Aun en el peor de tus problemas, podés confiar en Él porque jamás te abandona. Puede ser que hoy estés triste o angustiado porque estás sufriendo algún problema que parece no tener solución, y te pesa el dolor de la no respuesta. Pero tené en cuenta que Dios sigue siendo confiable. Dios nunca mira para otro lado ni está demasiado ocupado. Si lo buscás, Dios siempre está.
Podés descansar completamente en Dios, porque en tu peor momento no te va a dejar solo. Dios es fiable: jamás falló, jamás falla y jamás va a fallar. Él es perfecto y amoroso. No hay nada que pueda empañar esa realidad. Podés confiar en Dios, porque Él es completamente digno de confianza. Es que su lealtad es tan grande, que aunque le seamos infieles, Él siempre permanece fiel.
REFLEXIÓN – Dios nunca te abandona.
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