7 de Julio – Pacificador
“Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones.” Proverbios 17:1 (RVR)
Pacificador
Un dicho afirma lo siguiente: “Prefiero ser pobre en paz que rico en guerra”. Es preferible comer un trozo de pan duro pero si se lo como en un ambiente de paz que comer el mejor banquete pero en una casa donde no existe paz a causa de las contiendas. La paz es un bien inestimable.
Sin paz todo lo demás se devalúa. Puede ser que hoy se te presente la oportunidad de hacer la paz o hacer la guerra. Recordá, es preferible ser pobre teniendo paz que ser rico viviendo una guerra.
Muchas veces las palabras, el silencio, la indiferencia, la bronca y el desgano lastiman más que las armas de guerra. Hay que dejar a un lado las peleas. Hacer la paz no es fácil, comienza con mi voluntad. No importa cómo actúe el otro, Dios me llama a mí a buscar la paz. Si estás peleado con algún amigo, o con tu novio, o tus padres, o el líder de la iglesia, o tu maestro o algún vecino, buscá la manera de hacer la paz.
La paz se puede perder fácilmente y recuperarla no es nada fácil. La mejor manera de perderla es rumiar el rencor. Cuando alguien nos lastima y no solucionamos rápido el problema, es como una espina que quedó bajo la piel. Con el tiempo, se infecta la herida y sale pus.
El enojo que no se soluciona, es igual. Tarde o temprano sale a la luz. Mientras no salga no hay tranquilidad ni tampoco hay paz. Por eso Pablo recomienda no irse a dormir cuando uno está enojado. Antes de acostarte es mejor arreglar el problema, porque si dejás pasar el tiempo, lejos de mejorar, la situación va a empeorar.
Dios nos ha dado el poder para vivir en paz. Necesitamos arreglar los problemas, hablar de frente las diferencias y saber perdonar. Para eso es necesario bajarse del caballo del orgullo, y ponerse en el lugar de la otra persona.
Hoy necesitamos cristianos que tengan paz, para que puedan vivir en paz. La sociedad necesita de cristianos que contagien buena onda, en lugar de bronca y resentimiento. Esa es tu misión. Ser un pacificador.
REFLEXIÓN – Es imposible ser un pacificador conflictuado.
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