13 de Octubre – Soberano

“Nuestro Dios esta en los cielos y puede hacer lo que se le plazca.” Salmos 115:3
Soberano
Hay días en los que uno se levanta con el pie izquierdo y todo le sale mal. Son esos días que salís de tu casa con paraguas y botas porque esta diluviando, y a la me día hora, esta el cielo despejado y hace mucho calor.
El problema más grave es cuando esos problemas se hacen crónico y ya no suenan tan cómicos. Cuando tienes una larga enfermedad, cuando no podés conseguir trabajo después de un año de estar desempleado, cuando la soledad golpea más fuerte en tu vida, cuando la tristeza es tu compañía cotidiana, cuando no hay consuelo que alcance, cuando estas frustrado y enojado por tantos fracasos.
Hay días cuando no tienes ni ganas de levantarte, porque el peso de la derrota es muy grande sobre tu espalda y no ves ninguna esperanza ni ayuda posible. Cuando los problemas son tan grandes, que ya no intentas arreglar nada. Cuando bajaste los brazos sin fuerzas para seguir peleando. Cuando las lagrimas te cortan las mejillas.
En días como esos, el Salmista nos repite su frase más celebre: Dios esta en el cielo y puede hacer lo que se le plazca.
Aunque pensemos que lo que nos pasa es una total injusticia, y que no merecemos semejante trato. Cuando esperamos que algo mejore porque ya estamos al limite de nuestra resistencia y parece que vamos a reventar. Cuando nos derrumbamos agotados después de tantos fracasos y le preguntamos a Dios ¿por que? El nos dice: Yo hago lo que se me place.
Y nos cuesta entenderlo porque nos olvidamos quien es Dios. Queremos entender a Dios con nuestra mente finita y limitada, que tiene razones de espacio tiempo. Pero Dios es eternamente infinito, es Todopoderoso, no hay nada que para Él sea difícil.
Y aunque te parezca que tu situación es totalmente injusta y no tiene sentido, Dios tiene el control, y es absolutamente soberano para hacer lo que Él considera mejor en tu vida, aunque a vos no te guste. Dios es soberano.
Todo plan de Dios para vos, es lo mejor que te puede pasar. Aunque te duela entenderlo, aunque te cueste aceptarlo. Si viene de Dios, es tu mejor alternativa, porque Dios te ama y desea lo mejor para vos. No cuestiones las decisiones de Dios, aprende a aceptarlas.
REFLEXION No quieras entender a Dios, aceptalo.

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