2 de Junio – Sacrificio
“Por tanto ahora dirás a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel.” 1 Crónicas 17:7 (NVI)
Sacrificio
Todos queremos el éxito. Cada uno tiene un sueño y se imagina su momento de gloria. Todos queremos progresar y triunfar. David también.
Era un tiempo donde solo los reyes y su corte tenían un buen pasar, comían bien todos los días, tenían una cama cómoda y podían darse lujos. El resto del pueblo, la gran mayoría, tenía pocas posibilidades. Eran pobres, sin recursos, sin hospitales, sin esperanza de poder progresar. Hoy los pobres pueden acceder a ciertos beneficios, pero en esa época estaban condenados a morir de la manera que habían nacido, y condenaban a sus hijos a vivir de la misma miserable manera.
Quizá David mientras cuidaba las ovejas de su padre o en las noches frías pensaba en el palacio de Saúl y en sus lujos y banquetes. Hasta quizá jugaba a ganar grandes batallas peleando con una rama seca.
Cierto día Dios manda a su profeta y le da el anuncio. David había sido elegido para ser rey. El simple y pobre pastor de ovejas, sin recursos ni futuro, ahora se encontraba con la posibilidad del éxito total.
Dios tuvo un plan exitoso para David y también lo tiene para tu vida. Tal vez te sientas incapaz, sin futuro, sin posibilidades y con el peso de tus fracasos. Puede ser que tu entorno no te favorezca, y que pienses que estás condenado a la mediocridad. David pensaba lo mismo. Pero se esforzó y logró lo que Dios había determinado para él.
Es probable que Dios no determine para tu vida que seas el presidente de Microsoft. Pero el plan que tiene Dios es seguro y es el mejor. No es igual para todos, depende de tu esfuerzo, de tu estudio, de tu capacidad, de tus ganas de progresar. Y aunque todo parezca sin futuro, no te desanimes. Dios tiene un propósito, una vida de éxito y feliz.
No midas el éxito con dinero o poder. El éxito que Dios te propone es tener satisfacción al vivir tu vida. Estar realizado y feliz vale mucho más que todo el oro del mundo.
Dios tiene un proyecto para vos. Esforzate en lograrlo.
REFLEXIÓN – El plan de Dios siempre es progresivo.
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