22 de Enero – Autoridad
«Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, se dirigió entonces al paralítico: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.» Mateo 9:6
Autoridad
Es fácil hablar cuando no hay manera de que corroboren si lo que decimos es verdad o mentira. Por lo general, aquellos que hablan mucho de lo que hacen, agregan a sus verdades algunos detalles para hacerlas más interesantes o valiosas. Hoy está de moda en Argentina veranear en Cariló o Punta del Este. Los que no les alcanza, dicen que fueron a la costa. No dicen que fueron a Mar del Tuyú, que es una playa sin onda. Y cuando hablan de sus vacaciones, hacen referencia a acontecimientos importantes.
Jesucristo estaba frente a un muchacho que era paralítico. No podía caminar. Jamás lo había hecho. Sus amigos, lo llevaron delante del Maestro para ver que podía hacer. Y Cristo, le dice algo impensado. Le dice que sus pecados le son perdonados.
Todo judío sabía que solo Dios tiene poder para perdonar pecados. Y cualquier que hiciera semejante declaración o estaba loco o era un blasfemo, porque se estaba poniendo en el lugar de Dios.
El problema era que no se podía corroborar si de verdad que Jesucristo podía perdonar pecados. No había ninguna señal de ese perdón, no se podía ver. Así que para los fariseos Cristo era solo un charlatán que hablaba de más.
Pero el Hijo de Dios, es Todopoderoso, así que agrega. Nadie puede garantizar que le perdoné sus pecados, pero todos podrán ver si lo hago caminar. Y en una demostración maravillosa de amor y poder, Cristo hace que el muchacho paralítico camine.
Todos quedaron asombrados con el milagro, pero no quisieron ver el mensaje detrás del milagro. Jesucristo era, es y será siempre Dios. Él tiene el poder para perdonar pecados y para arreglar vidas. No hay nada imposible para Dios.
Él tiene la plenitud de la grandeza y la eternidad de Dios. Lo demostró en la polvorienta Palestina y lo sigue demostrando hoy. Su Poder no ha menguado. Él sigue siendo igual de poderoso que siempre. Su Gloria no disminuyó, Él sigue siendo digno de la más alta adoración. Porque Jesucristo tiene la autoridad de ser Dios.
¡Que hoy podamos adorarlo por Quien es!
REFLEXIÓN – Jesucristo tiene la autoridad.
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