23 de Enero – Razones
“Jesús lloró.” Juan 11:35 (NVI)
Razones
Este texto breve está dentro de la historia conocida de la resurrección de Lázaro. Jesucristo tenía tres amigos: Marta, María y Lázaro. Solía ir a visitarlos, como quien visita a un amigo. No se revelan milagros en la casa de ellos, excepto este. Por lo cual podríamos suponer que las visitas del Señor Jesús eran simplemente para pasar un tiempo agradable, disfrutar y charlar con sus amigos, estar relajado y no sentirse presionado por las multitudes.
Eran amigos y confidentes. No se nos revela en los evangelios que fueran sus discípulos y que lo siguieran en el ministerio público. Betania era un lugar donde Cristo estaba tranquilo. Tal vez por esa razón eligió esa casa para estar un tiempo antes de ir a la cruz. Necesitaba la compañía de sus amigos.
Lázaro se enferma, le avisan a Cristo quien no llega a tiempo y el amigo muere. Cristo llega a la casa en medio del duelo cuatro días más tarde. La recriminación fue inmediata. Este que pudo sanar a un ciego, ¿no podía evitar que su amigo muriera? Dijeron algunos. Si hubieras estado acá no habría muerto mi hermano, dijeron las hermanas frente al Maestro.
Y al acercarse al sepulcro, Jesús conmovido lloró. Algunos supusieron que era por el dolor de su amigo muerto. Pero Jesucristo sabía el final de la historia. Él sabía que lo iba a resucitar. Sabiendo eso, algunos piensan que el llanto de Cristo no estaba motivado por la muerte de su amigo. La Biblia no dice nada del por qué de esas lágrimas. Pero escuché esta idea que me pareció interesante para reflexionar.
Algunos piensan que Cristo lloró frente a la tumba de Lázaro al ver la incomprensión y la falta de fe de sus amigas María y Marta. Había recriminación y falta de confianza en sus reclamos. Se habían olvidado que Dios es amor y que quiere lo mejor para sus hijos amados. Y que aunque a veces nos mete en problemas durísimos, no lo hace de caprichoso o de malo, sino porque tiene un plan.
No es agradable, ni fácil, ni divertido. Ellas habían enterrado a su hermano. Y en su dolor se habían olvidado que Dios es amor. Y tal vez por eso Jesús lloró. ¿Estás pasando un momento muy difícil? No dudes del amor de Dios. Recordá quién es Él y cuánto te ama.
REFLEXIÓN – No hagas llorar al Señor Jesús
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