23 de noviembre – Elección

“Sea o no de nuestro agrado, obedeceremos la voz del SEÑOR nuestro Dios, a quien te enviamos a consultar. Así, al obedecer la voz del SEÑOR nuestro Dios, nos irá bien.” Jeremías 42:6 (NVI)
La situación no era nada buena. Judá había sido conquistado por el imperio de Babilonia. Y tras la victoria había colocado a Gedalías como gobernador del lugar. Tras la guerra el país estaba en ruinas y casi no quedaban adultos en edad de trabajar. La mayoría eran mujeres, niños y ancianos. Un pésimo presente para un futuro aún peor.
Ismael no se conformaba a esta situación. Quería que las cosas fueran diferentes, así que nucleó a varios hombres y diseñó un plan: asesinar en Mizpa a Gedalías y a todo su entorno parecía ser la solución a sus problemas. Todo salió como se había programado, y el día señalado se llevó a cabo el operativo. Al final del día Ismael estaba satisfecho. No habían quedado con vida ninguno de sus enemigos.
Al enterarse de lo sucedido Johanán, hijo de Carea, y todos los capitanes de la gente de guerra que estaban en el campo fueron a Mizpa, pero ya era demasiado tarde. Por culpa de un tonto, la violencia continuaría. La represalia del imperio sería terrible, solo podían esperar un mal peor. Y en una situación tan desesperada Johanán tomó una decisión acertada: fue a consultar al profeta Jeremías para saber qué hacer. Durante años los judíos le habían dado la espalda a Dios, y ahora estaban sufriendo las terribles consecuencias de sus malas decisiones.
Eligieron aceptar el consejo de Dios, fuera favorable a sus deseos o no, porque reconocieron que Dios no se equivoca. Pero al final, estos hombres cometieron la misma estupidez de siempre. Y cuando Dios les dio un consejo por medio de Jeremías, decidieron no aceptarlo porque no les gustaba. Un final peor que lo que padecían con Gedalías.
Pero rescato este gesto de Johanán: al momento de elegir, era necesario consultar a Dios. Tal vez hoy estás como estos judíos, en medio de serios problemas, de situaciones apremiantes y muy preocupado. No te apures a decidir. Si sabés escuchar y obedecer el consejo de Dios te va a ir bien. Hoy Jeremías nos desafía a saber escuchar y a obedecer, para que nos vaya bien. No importa cual sea tu opinión del caso, la bendición solo viene cuando se obedece a Dios. Cualquier atajo te lleva al fracaso.
REFLEXIÓN – ¿Vos que elegís?

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