26 de Octubre – Saben

“Y muy pronto se supo de Jesús en toda la región de Galilea.” Marcos 1:28
Saben
Cuando era chico ví la película: El Álamo. Allí, John Wayne, para destruir un cañón del enemigo, hace un caminito de pólvora y se aleja. Prende un fósforo y lo tira en el caminito. La pólvora se enciende, y corre por el caminito hasta donde esta el cañón, y todo explota. Había hecho un reguero de pólvora.
De allí sale la frase: su fama corría como reguero de pólvora. Es decir, corría muy rápido, no se podía detener. Marcos habla de Jesucristo y nos cuenta, apenas empieza su evangelio, que después de hacer unos milagros, la fama de Jesús se esparció por toda Palestina con gran velocidad.
Alguien hacia bien a otros. Y tenía el poder para sanar. Las personas a las que Cristo curo, no pudieron callar. Y por donde iban hablaban maravillas de ese hombre que con mirada dulce y mano suave, había curado su cuerpo y sanado su alma. Estaban fascinados con Jesucristo.
No había diarios, ni radio, ni televisión, ni Internet. Pero la fama de Jesús corría como reguero de pólvora. Tanto bien hacia Jesús que su fama no paraba. Todos hablaban de Jesús, era la sensación del momento.
Y me ponía a pensar, porque en estos días, se habla tan poco de Jesús. Si sigue siendo la misma persona, si sigue teniendo las mismas cualidades, si sigue teniendo la misma bondad, ¿Por que hoy muy pocos hablan de Jesús?, ¿Por que no hablamos de Jesús?
Cada uno tendrá su excusa, algunos por vergüenza, otros por comodidad, otros porque no tienen respuesta a sus pedidos, otros porque no les interesa, otros porque no lo conocen. ¿Cual es tu excusa?, yo se cuales son las mías.
Y descubrí que es necesario volver al comienzo. Jesucristo no deja de ser bueno porque las cosas me salgan mal, Él no deja de existir porque no me interese, su Amor no cesa aunque yo no lo ame.
Hoy parece que Jesús no nos impacta, no deja huella en nuestra vida. Nadie sabe de El en nuestro barrio o en nuestro trabajo. Ya no hablamos de El porque no nos seduce. Y no nos atrae porque nos olvidamos lo que nos dio. Acordate hoy de la cruz, para volver a sentir la pasión por Jesús que ya perdimos. Tienen que saber de Jesús.
REFLEXIÓN – Refresca tu pasión. Él la tiene presente.

Comentarios de Facebook