28 de diciembre – Inundación

“Se parece a un hombre que, al construir una casa, cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida.” Lucas 6:48 (NVI)
Hoy se celebra el día de los santos inocentes y las personas acostumbran hacer bromas. San Antonio de Areco es un pueblo en la provincia de Buenos Aires que creció al lado del río Areco. En una zona agrícola y ganadera que guarda muchos tesoros históricos en sus museos. Es un lugar agradable para vivir.
Pero hace tres años llegó una noticia sorprendente. En menos de dos horas, la ciudad fue anegada por una crecida inusual del río. Y el nivel del agua en la ciudad subió terriblemente. Parecía una broma del día de los inocentes, pero los diarios confirmaron que no lo era. Muchos evacuados, pérdidas enormes, casas destruidas, familias en problemas, recuerdos extraviados, el agua arrasó con todo y no tuvo piedad. Incluso se llevó algunas vidas y otras personas quedaron heridas.
La inundación destrozó todo lo que estaba a su paso. El agua no se puede detener. No importa cuántos esfuerzos se hagan, el agua siempre gana. Jesucristo sabía esto, y por eso aplica este conocimiento en la parábola que utilizó para cerrar su magnífico sermón de la montaña. Cristo compara a la persona que escucha su enseñanza y la pone en práctica, con aquella persona que tuvo la precaución de cavar profundo para fundar los cimientos de su casa sobre un lugar seguro.
Y no importa cuán grande sea la inundación que ataca, ni la fuerza del agua que azota la casa, ésta está firme porque tiene muy buenos cimientos. No hay poder que pueda mover a una persona con esas características. Porque Jesucristo es la mejor base para encontrar seguridad. Pero esto sólo se aplica a aquellas personas que escuchan, aprenden y ponen en práctica las enseñanzas de Cristo. Esto es lo único que puede reforzar las defensas de tu vida y de tu casa.
Aferrarse con decisión a las enseñanzas del maestro es lo único que puede garantizar tu seguridad y estabilidad. Cualquier otro método, te va a llevar al desastre. Este aviso, lejos de ser una broma del día de los inocentes, es la advertencia más seria que hizo el mismo Dios para tu vida.
Fundá bases sólidas en tu vida espiritual. Obedecé a Jesús.
REFLEXIÓN – No es chiste, superá la inundación.

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