8 de Julio – Pe

«Levantandose muy de mañana, cuando todavia estaba oscuro, salio, y se fue a un lugar solitario, y alli oraba.» Marcos 1:35
Pe
Escuchaba este mensaje y entre las muchas cosas que aprendi, el predicador deslizo las cuatro P de la oracion. Cualquier puede ver a simple vista, que la palabra oracion no tiene ninguna Pe. Sin embargo, Jesucristo nos dejo un ejemplo maravilloso para imitar sobre la oracion, en este pasaje.
Y hoy nos invita a imitarlo, en esta necesidad diaria de orar. Y para hacerlo más facil, Cristo nos da cuatro pasos para orar bien:
Predisposicion, cuenta Marcos que Cristo se levanto. Hoy a la mañana hacia mucho frio. No daban ganas de salir la cama, seguir tapado hasta el cuello y estirar al maximo el momento de salir de la cama para enfrentar las ocupaciones diarias. En Cristo habia predisposicion. No le importo el frio, el cansancio, las preocupaciones. El se levanto.
Prioridad. Lo hizo muy de mañana. No lo dejo para más tarde. Se levanto antes de hora para poder orar. Aunque tenia muchas cosas para hacer, y habia mucha gente esperando, aunque tenia la agenda muy apretada y no tenia tiempo para nada, Jesucristo aparto un tiempo para orar. Porque lo consideraba muy importante. Tanto que se levanto antes para hacerlo.
Privacidad. Se fue a un lugar desierto. En la casa habia poco espacio. En el pueblo habia muchos curiosos. Jesucristo queria estar a solas con Dios. No le importo caminar varios kilómetros para encontrar un lugar tranquilo. El queria privacidad para hablar con Dios.
Practica. Y en ese lugar oraba. No se quedo dormido, no se distraia pensando en todo lo que tenia que hacer ese dia, no repasaba lo que le quedo pendiente del dia anterior. Aprovechaba al maximo ese tiempo a solas para orar. Tenia deleite en pasar un tiempo hablando con Dios.
Hoy perdimos las cuatro P de la oracion. Cristo te invita a recuperarlas. Hacete el hábito de tener la predisposición de levantarte cada dia, dale prioridad a la oracion diaria, busca la privacidad y quietud para tener un rato a solas con tu Dios, y practica este privilegio de la oracion. No es facil, cuesta mucho, pero vale la pena.
Aprendamos del ejemplo de Jesucristo, que cuando todavia era bien oscuro, se levantaba para pasar un tiempo hablando con el Padre.
REFLEXIÓN – Ora, con Pe.

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